En la investigación de un asesinato hay protocolos fundamentales a seguir. Pero esclarecer una muerte violenta también requiere, algunas veces, de un poco de suerte y otra parte de creatividad e innovación para seguir el camino correcto. Como es bien sabido, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Santa Cruz de Tenerife consiguió atribuir el asesinato de Adoración C.V.R. a José Antonio Luis Aguiar más de 10 años después de que se cometiera. El proceso ha sido largo y ha requerido un laborioso esfuerzo de los agentes, que hicieron numerosas gestiones para encajar las piezas del puzle. Uno de sus pasos consistió en recurrir a un doctor del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), que se brindó a colaborar e hizo un programa específico que permitía a los policías reducir o ampliar fotos en el móvil del hoy acusado. La ciencia en estado puro al servicio de la Justicia.

El inspector Antonio Roldán, jefe de Homicidios en la Brigada Provincial de Policía Judicial, recuerda que su primer contacto con el caso se produjo en julio de 2013. La hija de Adoración presentó una denuncia por la desaparición de dicha mujer y aclaró que, antes de salir de la cárcel, su madre la llamó para anunciarle que iría a verla cuando estuviera en libertad. Pero nunca llegó a ir. La hija no se sorprendió en exceso, ya que era consciente de que su progenitora consumía estupefacientes y su vida no era sencilla. Días antes de informar de que no conocía su paradero, acudió a la sucursal bancaria a la que solía ir su madre, donde le dijeron que hacía mucho tiempo que no la veían y que seguía recibiendo la pensión, pero que nadie retiraba dinero de su cuenta. Según Roldán, la denunciante pensó tres cosas: que a su madre podía haberle sucedido algo grave, que se hallaba en algún centro de deshabituación de drogas o que la había captado alguna secta.

Agresión machista

La primera gestión de los investigadores fue conocer el entorno de personas que frecuentaba Adoración. De esa manera supieron que dicha mujer salió de la cárcel en junio de 2009. Además, los agentes descubrieron que José Antonio Luis Aguiar y la víctima mantuvieron una relación sentimental. Después de una agresión machista, Adoración denunció y, tras ser condenado, el maltratador ingresó en Tenerife II. Pero, mientras Luis Aguiar se hallaba entre rejas, su víctima también entró en prisión. Los profesionales del Grupo de Homicidios tienen constancia de que en el centro penitenciario ambos tenían comunicaciones y contactos. Hasta tal punto era así que Adoración le hacía traspasos de dinero a José Antonio de su pecunio (recursos de los que se dispone en la cárcel). El hombre salió de Tenerife II unos meses antes que su víctima y se instaló en la pensión Padrón.

En la pensión Padrón

El inspector Roldán comenta que, cuando ella abandonó el recinto penitenciario, Luis Aguiar fue a recogerla y ambos se instalaron en el citado hostal de la avenida Islas Canarias de la capital tinerfeña. Adoración se quedaba en el dormitorio 207 y él, en el 306. La última vez que Adoración sacó dinero de su cuenta fue el 22 de junio de 2009, cuando los vieron juntos. Poco después, el día 25, se produjo una anotación interesante en el libro de registros de la pensión, pues refleja que Adoración empezó a residir en la habitación 306, con José Antonio. Para los policías se dispararon todas las alarmas, porque, si dicho individuo estaba de por medio, a la mujer le podía haber ocurrido lo peor. Decidieron sacarlo de Tenerife II para tomarle declaración. Contó que había estado con ella, pero que se marchó con un antiguo novio y no supo más de ella. Como otras veces, se mostró tranquilo. En esa sesión estuvieron integrantes de la Sección de Análisis de Conducta de la Unidad Central de Inteligencia Criminal de Madrid. Estos profesionales marcaron en Luis Aguiar un perfil "muy frío y carente de sentimientos; muy ordenado" para estarse refiriendo a la que había sido su pareja. Uno de los trámites obligatorios fue recoger muestras de ADN a la hija para cotejarlo si hallaban a la mujer.

"Sabíamos que José Antonio había entrado en prisión en el 2011", por la muerte de Ángel Bermejo (el hombre asesinado en la pensión Padrón cuyo cuerpo esqueletizado apareció entre colchones). Y una pregunta que se hicieron los miembros de Homicidios fue si todavía Luis Aguiar conservaba el teléfono que usaba a mediados del 2009. Y, efectivamente, todavía disponía de ese terminal. Los agentes se lo requisaron y, tras analizarlo, descubrieron que se había borrado una foto el 25 de junio del 2009 (la fecha en la que se anotó el cambio de habitación de Adoración). De dicha imagen solo se conservaba en la memoria una miniatura (denominada thumb) de muy baja calidad (excesivamente comprimida y pixelada). A expertos policiales se les pidió si podían recuperar el original y, de forma paralela, Antonio Roldán hizo gestiones en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), por si se podía hacer algo con la citada foto. El inspector recuerda que un doctor en Astrofísica se brindó a colaborar en el tratamiento y mejora del documento gráfico. Para ello, basándose en la inteligencia artificial, elaboró un programa que permitía comprimir y descomprimir las imágenes de dicho terminal. Gracias a ese esfuerzo, y en base al estado de la investigación, se apreció que en la foto aparecía una persona tumbada en una cama.

El rastro de ADN

En julio de 2016 se hallaron en el barranco de Santos dos petates (uno dentro de otro) con huesos humanos en su interior. El cuerpo fue doblado y envuelto en una manta. Los restos estaban a 400 metros de la pensión Padrón y correspondían a una mujer. Todo empezaba a apuntar a José Antonio Luis Aguiar. El ADN de la persona fallecida coincidía con el de la hija de Adoración. Y, además, en la base nacional de muestras genéticas (Codis) saltó un aviso. Desde la inspección ocular efectuada por la Brigada de Policía Científica en agosto del 2010 (cuando se halló el cuerpo de Ángel Bermejo en el dormitorio 306 del citado hostal), una gota de sangre proyectada en la pared permanecía sin ser identificada. En ese momento se supo que la muestra sanguínea y los huesos del barranco de Santos pertenecían a la misma persona. La foto volvió a generar interés para los investigadores, que pudieron determinar que la víctima aparecía en la imagen del móvil metida parcialmente en un petate. Y que también se veía un cabecero y el dintel de la puerta, que coincidían plenamente con los de la habitación 306, donde se cree que José Antonio mató a sus dos víctimas.

El acusado amenazó con un tercer asesinato

El potencial homicida de José Antonio Luis Aguiar empezaba a reforzarse y, de hecho, llegó a amenazar con un tercer asesinato. Tras presuntamente acabar con la vida de Adoración en junio de 2009 y matar a Ángel Bermejo a comienzos de 2010, ocurrió un hecho escalofriante. Entre enero y agosto, Luis Aguiar fue denunciado por una mujer por malos tratos. En su declaración ante la Policía, esta víctima afirmó que dicho individuo le hizo una llave de estrangulamiento conocida como "mataleón" y la dejó inconsciente, con el objetivo de robarle dinero. Según la afectada, las palabras de José Antonio fueron: "la próxima vez te mato, te envuelvo en una manta y te tiro". Así describió exactamente lo que le hizo a Adoración un año antes. Y es que el Instituto de Medicina Legal confirmó que la fallecida tenía roto el hueso hioides, es decir, que fue estrangulada. La reconstrucción del crimen de Adoración se hizo en el escenario real de los hechos, después de que los agentes buscaran los petates adecuados, un maniquí de las dimensiones apropiadas y se prepararan fotos desde la misma perspectiva que la tomada con un móvil el 25 de junio de 2009. Con el programa hecho por el doctor del IAC se realizó el borrado y la posterior descompresión de la imagen y el resultado fue compatible con el de la miniatura hallada en el teléfono de Aguiar. El inspector Antonio Roldán comenta que se tardó tanto tiempo para afianzar las pruebas ante la autoridad judicial y un futuro juicio con Tribunal de Jurado. El jefe del Grupo de Homicidios lo tiene muy claro: "lo paramos a tiempo, porque hubiera seguido matando".