Los tres centros de salud que han tenido que cerrarse en Tenerife debido a la huelga de los trabajadores de limpieza podrán abrir la semana que viene, según confirmó la Consejería de Sanidad. Lo harán después de que la empresa Tragsa acuda hoy a limpiar a fondo los centros, que llevan semanas acumulando suciedad y basura debido al conflicto laboral entre los trabajadores de limpieza y la empresa adjudicataria, Ralons Servicios S.L. La fecha exacta de apertura no está clara porque depende del estado en el que los efectivos se encuentren los centros.

Ayer, a pesar de las previsiones de la Consejería de Sanidad, finalmente no se pudo entrar a ningún centro de salud para poner en marcha el "plan de choque", porque faltaba la resolución de un pequeño trámite administrativo. No obstante, como confirmaron fuentes de la administración sanitaria, hoy sí que podrán coger el estropajo y la fregona y empezar a poner a punto los centros hospitalarios. Los días posteriores, y hasta que se resuelva la rescisión del contrato con Ralons Servicios, serán los trabajadores de Tragsa los que se encarguen del mantenimiento de los centros.

Si los centros reabrieran el lunes, significaría que habrían estado cerrados entre cinco (en el caso de Tegueste) y tres días (como en Arico). Estos cierres han supuesto un "trastorno evidente para los pacientes", según Leopoldo Cejas, secretario general del sindicato de enfermería Satse, a pesar de que han tenido la posibilidad de continuar siendo atendidos en los centros cercanos. Las condiciones de insalubridad de los centros de Atención Primaria han llevado a dos sindicatos sanitarios (Intersindical Canaria y Satse) a presentar denuncias en distintas administraciones. En el caso de Intersindical Canaria la denuncia se ha interpuesto en la Dirección de Salud Pública, mientras que el sindicato de enfermería lo ha hecho en la Inspección de Trabajo.

Para ambos sindicatos la Administración tendría que haber actuado preventivamente para evitar que esta situación llegara a convertirse en un verdadero problema de salud pública. "Está claro que tienen que seguir los trámites administrativos, pero si lo hubieran previsto con anterioridad, podrían haber paliado enormemente la situación", reclamó Cejas. La intención de la Consejería es respetar el derecho a huelga de los trabajadores, como le hizo llegar su responsable, Teresa Cruz Oval, a los representantes de Comisiones Obreras, en una reunión celebrada el pasado miércoles. Por esta razón, una vez culmine la intervención de emergencia priorizando aquellas instalaciones más sucias, los trabajadores de Tragsa pasarán a cubrir simplemente los servicios mínimos que la ingente cantidad de bajas del personal de Ralons (80%) no ha permitido cumplir.