La prestigiosa fisioterapeuta centroamericana Erika Cyrus estuvo el pasado fin de semana en Santa Cruz de Tenerife para participar como ponente en el III Congreso Internacional de Fisioterapia. Vicedecana de la Facultad de Salud de la Universidad Santa Paula (Costa Rica) y directora de la Escuela de Terapia Física del mismo centro académico, ha desarrollado su carrera profesional dedicada casi exclusivamente al campo de la geriatría, ámbito en la que es especialista en enfermedades crónico-degenerativas a través de la American Physical Therapy Association (APTA). Lo demostró en su conferencia en el seno del foro, titulada Rehabilitación en geriatría: fragilidad y aspectos a considerar al prescribir ejercicio. Tal y como explica esta experta a EL DÍA, "la única barrera que deberíamos poner a nuestros mayores a la hora de practicar ejercicio es la dosificación, ya que la prescripción terapéutica de la actividad física puede mejorar sus condiciones de forma milagrosa".

Ante el envejecimiento de la población, muchas son las voces en el ámbito sanitario que buscan alternativas para mejorar la calidad de vida de las personas de edad avanzada. ¿Cómo ayuda la fisioterapia en este sentido?

Las personas adultas mayores, como llamamos en Costa Rica a la población en el segmento de la tercera edad, merecen vivir el último capítulo de su vida con dignidad, siendo funcionales y haciendo las cosas que les gustan. Es un privilegio para los fisioterapeutas poder lograr eso a través del ejercicio terapéutico, la herramienta más poderosa con la que contamos.

¿En qué consiste el ejercicio terapéutico?

Es, por llamarlo de una forma simple, el ejercicio que se prescribe para prevenir, mejorar o mantener una condición física, y puede servir para incrementar la independencia y calidad de vida, incluso de personas de edad avanzada y con importantes limitaciones físicas. El ejercicio terapéutico debe adaptarse a todo tipo de poblaciones, en una gradación diferente, para conseguir un resultado óptimo.

Cuando habla de tipo de poblaciones, ¿se refiere a distintos segmentos de edad?

No solo a eso. No es lo mismo la prescripción de ejercicio terapéutico para aquellas personas que tienen cáncer, enfermedades cardíacas, para alguien con problemas neurológicos, con lesiones musculares o para la tercera edad. Específicamente las personas adultas mayores tienen morbilidades como la hipertensión, la diabetes o las enfermedades cardíacas, por lo que siempre debe ser el fisioterapeuta quien debe prescribir el ejercicio para ellos, al ser conocedores de cómo esas patologías se comportan. La magia es que el fisioterapeuta pueda manejar las variables acordes a las necesidades del tipo de paciente que está viendo en este momento.

¿Hay alguna limitación, en este sentido, para una persona mayor a la hora de comenzar actividad física?

Los resultados de varios estudios confirman que las personas mayores pueden mejorar su estado físico incluso si nunca han practicado ejercicio antes y comienzan después de los 60 o incluso 70 años. Pueden hacer los mismos tipos de ejercicio que una persona joven, con tiempo y el debido asesoramiento. La clave siempre está en la dosificación. Una persona mayor puede hacer pesas, ejercicios de potencia... Un montón de actividades que normalmente los profesionales sanitarios tienen temor de prescribir.

¿Cree entonces que no se utiliza al máximo el poder de esta herramienta?

No solo debemos creer en ella más los fisioterapeutas, sino que el sistema público debe apoyarse en ella mucho más de forma genérica. A veces al profesional sanitario le da miedo poner a la persona adulta mayor a hacer ejercicio, pero es entonces cuando las personas no mejoran, no se superan. La clave está en dosificar ese ejercicio, es decir, la intensidad, la frecuencia, el tiempo, la velocidad, el volumen, el plano del movimiento, los medios de trabajo y la densidad de la actividad física.

¿Subestimamos las posibilidades de las personas mayores, incluso en el ámbito sanitario?

Bueno, justamente este es mi campo de actuación preferencial y vocacional: la rehabilitación geriátrica. Quizás porque fui educada por mi abuela y mi bisabuela. Y te puedo decir que estamos acostumbrados a poner a los viejitos a hacer cosas fáciles, cuando ellos tienen la capacidad física, si se dosifican adecuadamente y se hace de manera progresiva, de hacer los mismos ejercicios que una persona joven. Siempre hay que haber hecho, eso sí, una evaluación previa que nos indique el estado funcional de la persona. La única diferencia es la progresividad, poner especial atención a la respuesta fisiológica y considerarlas con morbilidades.

¿Qué tipo de ejercicios se pueden practicar, por poner un ejemplo, con ellos?

Lo primero que pierde la persona adulta mayor es la potencia, por lo que hay que trabajar siempre cualidades musculares previas, pero yo tengo casos de pacientes de más de 80 años que hacen ejercicios de potencia que conllevan trabajar con pesos de un 40% y un 50% de su resistencia máxima en secuencias de repeticiones rápidas. Obviamente, llegar ahí si no ha practicado ejercicio antes puede llevar más de un año.

¿Y es importante establecer la misma pauta de actividad física en ellos?

No, eso es otro error que se comete de manera bastante común en el ámbito profesional. Si un grupo de personas mayores lleva dos años haciendo el mismo tipo de ejercicio con la misma intensidad?, ya eso no sirve. Las personas adultas mayores viven una adaptación de sus músculos cada seis semanas, por lo que el fisioterapeuta debe cambiar la prescripción del ejercicio terapéutico periódicamente.

¿Hay concienciación en la sociedad de la importancia y soporte de la fisioterapia con la tercera edad?

El fisioterapeuta debería trabajar desde el primer nivel asistencial. A nivel comunitario debería ser el que se encargue de los grupos de personas mayores que hacen ejercicio. Todavía nos queda mucho campo por abarcar. Ahora hay mucha invasión de competencias por parte de profesionales no sanitarios, pero siempre hay que explicar y hacer entender a la población que no es lo mismo enseñar a practicar un deporte a una persona sana, por ejemplo, que utilizar el ejercicio como herramienta terapéutica. Esto debe ser solo competencia exclusiva del fisioterapeuta.