El hombre acusado de asestar dos puñaladas a un policía fuera de servicio en la calle Salsipuedes a las siete de la mañana del domingo asegura que el agente le insultó gravemente tras un encontronazo y posteriormente no se acuerda de nada. "Me llamó maricón, me dijo que mi mujer era una puta y luego no sé que pasó", señaló el hombre esta mañana a la salida de los juzgados tras quedar en libertad con cargos, claramente arrepentido de lo ocurrido. "Soy buena gente", proclamó.

El presunto agresor relató que llegó la mañana del sábado Asturias para hacer una ruta senderista en el parque de Redes con su mujer. Por la noche salieron a cenar por Gascona y siguieron la fiesta en las casetas del Bombé. La mujer se fue al hotel y el quedó de fiesta con otro hombre. Según explica los problemas con el apuñalado comenzaron ya siendo de día. "Se me acercó y después empezó a insultarme sin parar, luego me fui y no sé que pudo pasar", relata.

El investigado se muestra muy dolido por el daño que los hechos hayan podido causar tanto a la víctima como a su familia. "Al parecer mi mujer trató de retenerme y no lo consiguió", dice confirmando los hechos adelantados por LA NUEVA ESPAÑA de que el varón fue al hotel por su navaja de Taramundi para luego volver al bar para presuntamente agredir al agente.

El hombre, natural de Villalpando (Zamora) pasó dos noches en el calabozo antes de quedar en libertad al mediodía. Asegura que en ese tiempo pasó un calvario. "Algún funcionario me dijo que el herido estaba muy grave y me pasé mucho tiempo llorando", relata.