El devenir de la trayectoria vital de una persona puede ser sorprendente en muchas ocasiones. Juan Sebastián Elcano fue el capitán que consiguió culminar la primera circunnavegación del planeta en el siglo XVI. Una deuda impagada con unos banqueros en Italia fue el origen de que acabara en Sevilla y enrolándose en la expedición encabezada por Fernando de Magallanes, así como que fuera protagonista directo de un viaje que cambió la concepción del mundo o de la actividad económica y que permitió iniciar lo que hoy conocemos como "globalización comercial".

El coronel Jesús Castillo Culsán, director del Archivo Intermedio Militar de Canarias (AIMC), ofreció en la tarde de ayer una conferencia sobre este episodio histórico, cuando se cumplen 500 años de la gesta. El acto tuvo lugar en el fuerte de Almeyda, en Santa Cruz de Tenerife.

Para este investigador, resulta muy importante valorar el contexto histórico, técnico y científico en el que se llevó a cabo ese primer viaje alrededor del mundo.

Castillo Culsán remarcó que las acciones de la época estaban marcadas por los tratados de Tordesillas, Alcaçobas e Interçaetera. Además, aclaró que las capitulaciones de Valladolid supusieron el marco crucial para la aventura iniciada por Magallanes y continuada por Juan Sebastián Elcano, ya que en las mismas el Rey Carlos I aprobó la idea de ir a Oriente por Occidente.

Juan Sebastián Elcano nació en Guetaria (Guipúzcoa) en 1476. Era capitán de su propia embarcación, con la que prestó apoyo al cardenal Cisneros en Orán, así como al capitán Fernández de Córdoba en Italia. En un determinado momento, el marino vasco no podía hacer frente a los pagos a la tripulación. Ante esa realidad, recurrió a pedir un préstamo a banqueros del Ducado de Saboya, según Jesús Castillo.

Sin embargo, como tampoco pudo devolver ese dinero con sus recursos, tuvo que vender su barco al duque de Saboya. Recuerda el coronel que tal comportamiento (la venta de una nave a un enemigo del Reino) se consideraba delito, por lo que Elcano llegó a vivir como fugitivo y estar en paradero desconocido. Pero, algún tiempo después, vuelve a ser localizado en Sevilla, donde se preparaba el viaje para circunnavegar el planeta y se alistó como maestre en la Nao Concepción, explica Castillo Culsán. Y, de esa manera, pasó de las deudas a la gloria.

El 10 de agosto de 1519, la expedición partió desde Sevilla hacia Sanlúcar de Barrameda. Desde dicho enclave salieron el 20 de septiembre. Seis días más tarde llegaron a Tenerife, para después continuar hacia Río de Janeiro o Río de la Plata.

Frente a las costas de San Julián, en la Patagonia (Argentina), explicó el coronel Castillo, se produjo un motín que Fernando de Magallanes reprimió de forma contundente contra tres capitanes. Uno murió durante la revuelta, otro fue colgado y más tarde descuartizado, mientras que el tercero fue abandonado en tierra. Al resto de los amotinados les perdonó la vida.

El militar destinado en el Mando de Canarias señaló ayer que, más tarde, la expedición pasó el Estrecho de Magallanes (que este denominó de Todos Los Santos) y se adentró en el Océano Pacífico.

Después de una dura travesía, en la que perecieron 19 marineros de los 239 hombres que partieron de Sevilla, los restantes llegaron a Filipinas. Magallanes murió el 27 de abril de 1521 en la isla de Mactán a manos de los indígenas. Una flecha envenenada lo alcanzó en una pierna y, poco después, las mismas personas lo remataron en una playa.

A Fernando de Magallanes le sucede su cuñado, Duarte Barbosa, que también falleció en la isla de Lebré a manos de indígenas, según expuso ayer el coronel Jesús Castillo.

Tras ese nuevo trágico suceso, Juan Sebastián Elcano empieza a liderar la expedición como capitán de la Nao Victoria. Tras llegar a las islas Molucas, el marino vasco eligió la ruta Atlántica para regresar a la Península Ibérica, tras descartar las opciones de vuelta por el Cabo de Buena Esperanza o por Centroamérica, recordó el director del AIMC.

Castillo indicó que, con dicha decisión, completó la vuelta al Mundo, "siendo consciente de ello", según demuestran los manuscritos encontrados en el año 2006 en un archivo privado Aya (Guipúzcoa).

Al llegar a tierra, Elcano escribe al rey Carlos I para informarle de la hazaña que había culminado y el monarca lo llama a Valladolid, donde estaba la Corte Real.

Tras su logro, el hombre de Guetaria fue premiado con una renta de 500 ducados anuales y un escudo nobiliario cuya leyenda era "Primus Circundediste Me", comentó el investigador.

Por su parte, los supervivientes de aquel viaje obtuvieron del Rey el denominado "quinto real", es decir, el 20 por ciento de los ingresos por las especias que trajeron desde Oriente.

En su segundo viaje de circunnavegación, Juan Sebastián Elcano murió por una enfermedad antes de llegar a las Islas Molucas, cuando tenía 47 años y había sido nombrado capitán de la Armada.

Jesús Castillo Culsán manifestó que, además de demostrar empíricamente la redondez de la Tierra y su magnitud, la obra iniciada por Fernando de Magallanes y culminada por Elcano significó la primera "globalización" del mundo, a través del Galeón de Manila, que salía de Filipinas y llegaba a Acapulco (México), así como por la flota de Indias, que unía La Habana con Sevilla.