Una veintena de ciudadanos irlandeses se trasladaron en días pasados desde Irlanda hasta el Sur de Tenerife para participar en una búsqueda sobre el terreno de su compatriota Peter Wilson, que desapareció en marzo del presente año en circunstancias aún por aclarar.

Dichas personas decidieron reunir dinero para efectuar el viaje a la Isla, junto a los padres del mencionado desaparecido, y poder desarrollar alguna acción concreta para tratar de localizar a Wilson.

Además, varios familiares de desaparecidos de Tenerife y diversos voluntarios, como el portavoz de SOSDesaparecidos en Canarias, Santiago Carlos Marín, también ayudaron en las batidas desarrolladas.

Los participantes se dividieron en diversos grupos de rastreo. Por ejemplo, uno de ellos descendió desde las instalaciones de Jungle Park (antiguo Águilas del Teide) hacia Los Cristianos. Y otro de los equipos caminó por la zona del barranco de Troya o del Rey, que divide los términos municipales de Arona y Adeje.

Santiago Carlos Martín aseguró ayer que "la familia se siente sola y triste por la poca implicación de las administraciones" en la búsqueda del citado turista irlandés, de 33 años.

Los familiares de dicho turista están convencidos de que su desaparición no fue voluntaria, ya que tiene dos hijas de tres y seis años por las que se desvivía. Además, su entorno insiste en que nunca antes había mostrado intención de iniciar una nueva vida.

Santiago Carlos Martín explica que uno de los obstáculos que encuentran los padres de Peter Wilson es la "barrera del idioma". En su caso, para cualquier comunicación que quiere mantener con ellos se debe buscar a un intérprete.

Peter Wilson llegó al Sur de la Isla el pasado 22 de marzo junto con un amigo. Durante la noche del día siguiente, ambos salieron a la zona de ocio nocturno de Playa de las Américas.

En un determinado momento, a las 23:00 horas, el acompañante decidió ir a descansar al hotel de Costa Adeje en el que se hospedaban.

Sin embargo, según relata dicha persona, Wilson decidió quedarse más tiempo en la zona de locales de ocio nocturno.

Desde ese momento, no hay rastro del ciudadano irlandés.