Ayer viernes, 13 de septiembre, Loro Parque Fundación cumplió 25 años de amor por la naturaleza y compromiso con su conservación. La organización, sin ánimo de lucro y creada por Loro Parque en 1994, ha destinado a lo largo de su historia 19,7 millones de dólares a 180 proyectos de conservación en los cinco continentes y ha contribuido a salvar a nueve especies de loros de su total extinción.

Sus inicios se remontan a 1987, cuando Loro Parque comenzó a financiar un primer proyecto de conservación de papagayos con el objetivo de salvar dos amazonas endémicas de la isla caribeña de Dominica. En esa época, la conservación de la naturaleza no era una tendencia generalizada como lo es hoy y la protección de los animales solo estaba en el ánimo de algunos pioneros como Wolfgang Kiessling, que comprendió rápidamente la necesidad de ayudar a algunas especies que ya comenzaban a perder sus hábitats frente al vertiginoso crecimiento de la población mundial. Así, gracias a este espíritu de protección ambiental y a la sugerencia del entonces director científico de Cites, Obdulio Menghi, los trabajos de conservación de Loro Parque se consolidaron para crear la Fundación en el año 1992.

De ámbito nacional, este proyecto pronto se quedó pequeño para las necesidades que se presentaban en diferentes países del mundo, y finalmente en 1994 se constituyó Loro Parque Fundación, cuyo ámbito de actuación es internacional. Sus objetivos eran, por un lado, canalizar la gestión de proyectos de conservación de papagayos y, por otro, preservar la enorme biodiversidad de la colección de papagayos que había atesorado Loro Parque desde su apertura en 1972. Por eso, el Parque donó a la Fundación la propiedad de toda su colección de loros, además de comprometerse generosamente a cubrir los gastos de su mantenimiento, de forma que los beneficios íntegros de la venta de excedentes pudieran dedicarse a los proyectos de conservación. El mayor logro de Loro Parque Fundación ha sido, sin duda, demostrar que los esfuerzos de conservación dan sus frutos. Gracias a la financiación exclusiva de la Fundación o en colaboración con otros donantes, se pudo reducir la categoría de amenaza de nueve especies de loros amenazados en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza: el loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), el guacamayo de Lear (Anodorhynchus leari), la cotorra de Mauricio (Psittacula eques), el guacamayo cabeciazul (Primolius couloni), la amazona colirroja (Amazona brasiliensis), el periquito cornudo (Eunymphicus cornutus), el inseparable cachetón (Agapornis nigrigenis), la amazona cubana (Amazona leucocephala) y la cacatúa de Tanimbar (Cacatua goffiniana).