El servicio de limpieza en los centros de salud de Tenerife se va a poner en huelga en menos de dos semanas. La situación, que ocurre como consecuencia de cinco meses de impagos acumulados de la empresa concesionaria, Ralons Servicios, además de conflicto laboral se está convirtiendo en un verdadero problema de salud pública.

La situación se repite en varios centros de salud de la isla. Hay restos orgánicos -una gran parte de pacientes enfermos-, papeles y material desechable desbordando todas las papeleras y bolsas de basura repletas se acumulan ante la entrada y en las puertas de las consultas.

En el Centro de Salud de Taco, por ejemplo, se ha tenido que cerrar un quirófano ambulatorio utilizado para aliviar la larga lista de espera quirúrgica por la falta de limpieza. En centros donde antes había cinco trabajadores, ahora solo queda uno y , al no dar abasto para cubrir la demanda, la basura se sigue acumulando. En el centro de salud Casco Botánico del Puerto de la Cruz solo quedan dos trabajadores -de los cuatro que suelen acudir- y el próximo lunes solo quedará uno para cubrir toda la demanda del centro.

Desde que comenzaran los retrasos en el abono de salarios de aproximadamente 300 trabajadores, allá por el año 2017, el conflicto ha pasado por diferentes etapas. No obstante, a día de hoy, el hartazgo de los profesionales es tal que ya prácticamente el 70% de la plantilla se ha cogido la baja. Unos puestos de trabajo que, a su vez, no se están reponiendo. Estos datos fueron corroborados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

Como afirman tanto trabajadores como pacientes, la situación es "insostenible" en los centros de salud. Tanto unos como otros dicen entender que la situación precaria de estos trabajadores debe solventarse cuanto antes y que para ello es necesario que tomen medidas drásticas, como lo es ponerse en huelga, pero solicitan que la Administración haga su parte y facilite soluciones inmediatas. En este sentido, recuerdan que la suciedad es "un foco de infección" que puede acarrear problemas en la salubridad del servicio público. Fuentes de Comisiones Obreras (CCOO) afirman que el conflicto debería haberse solventado en estos últimos meses, puesto que, cuando el Servicio Canario de la Salud (SCS) estaba bajo la dirección Conrado Domínguez -con el anterior Gobierno-, se había empezado a realizar los trabajos para rescindir el contrato con la empresa concesionaria. De esta manera, se escuchaba la principal reivindicación de los sindicatos sanitarios, que habían hecho esta solicitud cuando comenzó el conflicto. No obstante, la Consejería de Sanidad informó de que no se habían comunicado incidencias hasta hace relativamente poco. A pesar de ello, la Administración sanitaria afirmó conocer la problemática del servicio y adelantó que tomará medidas lo antes posible.

Según Francisco Chinea, portavoz de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO, "desde junio, el SCS ha estado haciendo contactos con distintas empresas que pudieran hacerse cargo tanto de la deuda como de la subrogación de los trabajadores". Por tanto, ahora solo faltaría que el departamento financiero de la Consejería de Sanidad "dé el visto bueno" a una de estas ofertas y que, posteriormente, "la dirección del servicio firme rescindir finalmente el contrato", afirma el portavoz de CCOO.

"Si no se solventa esta situación, la Administración debería declarar el estado de emergencia", afirmó Chinea, que remarcó que no es de recibo que un centro de salud o un colegio público "no se limpie", porque se puede convertir en un foco de infecciones.