Antonio Guerra Reyes es profesional sanitario y en 2002 vivió en directo, desde su puesto de trabajo en la sala operativa del 1-1-2, la riada que arrasó Santa Cruz de Tenerife. En el seminario organizado por Atescan y el Ayuntamiento de La Orotava, este especialista, padre de la cantante Ana Guerra, destacó la importancia de la coordinación y la comunicación entre los recursos que intervienen una emergencia.

Además, lanzó a los asistentes un mensaje de "precaución" ante cualquier servicio.

Guerra Reyes indicó que "los profesionales no deben precipitarse, sino hacer una parada, analizarlo todo, generar una foto mental, y, desde ahí, empezar la coordinación".

Señala que, aún hoy, no es extraño que personas no cualificadas hagan tareas que no les corresponden.

Durante su ponencia, lanzó el guante al alcalde de La Orotava, Francisco Linares, al concejal de Seguridad, Narciso Pérez; al director general de Seguridad y Emergencias, Gustavo de Armas, y al jefe del Cuerpo General de la Policía Canaria, Luis Santos, para que se enseñe a la población medidas de autoprotección, "es decir, a saber lo que no tienen que hacer" en caso de un suceso grave.

En opinión de Antonio Guerra, todas las actuaciones tienen que "servir de enseñanza para hechos similares posteriores".

No obstante, dejó claro que "las emergencias son algo imprevisible, aunque, según las provincias o las regiones, se puede estar más preparado para unas que para otras".

También tuvo palabras de reconocimiento para el técnico del Cabildo grancanario Federico Grillo, que en los últimos incendios forestales registrados "tuvo el valor y la honradez de reconocer que había zonas en las que no se podía hacer nada" para contener las llamas.