"Quizás hayamos corregido un poco la tasa de obesidad infantil, pero las cifras, comparadas con las de hace 20 años, siguen siendo las mismas". Así lo constata Lluís Serra Majem, doctor en Medicina y Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y coordinador del Grupo de Nutrición de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), que insiste en que los esfuerzos realizados por la comunidad autónoma han dado resultado, pero no lo suficiente.

Por tanto, prácticamente el 18% de los niños canarios continúan padeciendo obesidad, al igual que a principios de siglo. Una situación que mejoraría las tasas registradas en 2015 con el informe Aladino, pero que no representan una bajada demasiado importante.

La cifra, además, continúa muy por encima de las tasas que se manejan a nivel nacional, que asocia este padecimiento al 14,2% de la población infantil. Se trata de una de las conclusiones previas del estudio Pasos, de la Gasol Foundation, en la que colabora justamente el equipo de investigación liderado por Lluís Serra y que pretende ofrecer una muestra representativa de la obesidad infantil en España.

Aunque el equipo de investigación de la ULPGC aún no han realizado un análisis pormenorizado de los datos registrados en las Islas, el especialista afirma que "este estudio tendrá unas conclusiones similares" a las que han proporcionado las investigaciones realizadas desde principios de siglo. "Hemos visto un descenso de la obesidad en las mujeres mayores, y tendremos que ver si eso también ha repercutido en las jóvenes", explica el nutricionista.

Los resultados preliminares de este estudio nacional constatan la relación entre los índices de obesidad (14,2%) y sobrepeso (20,7%) con el sedentarismo, una situación determinante a la que, según Lluís Serra, "no le hemos prestado suficiente atención". Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de 60 minutos al día de actividad física moderada o vigorosa al día, el 63,6% de los niños y las niñas españoles lo incumplen o no alcanzan esta proporción los siete días de la semana. Pero el 7,7% no lo cumple ningún día de la semana.

Además, las niñas son más proclives a olvidar esta tarea. El estudio Pasos determina que el 70,4% de ellas incumple las recomendaciones de la OMS, mientras que la proporción baja hasta el 56,3% en el caso de los niños. También difiere la situación dependiendo de la edad del menor, de tal manera que los adolescentes que cursan Educación Secundaria Obligatoria (ESO) tienen menos costumbre de cumplir los 60 minutos de actividad física diaria. Esta situación contrasta con otra actividad a la que sí parece que le ponen más atención, pero que está asociada a un sedentarismo mayor. Se trata de la cantidad de tiempo que dedican a estar delante de una pantalla (televisión, ordenador, tablet, móvil o videojuegos) al día.

Más tablet los fines de semana

Según el estudio, los menores sobrepasan las recomendaciones de la OMS -que considera lo ideal pasar menos de dos horas al día con estos dispositivos- tanto entre semana como en los fines de semana. Pero los sábados y domingos, el tiempo dedicado se duplica con respecto a la recomendación. El tiempo uso promedio los fines de semana es de 282,6 minutos al día, es decir, casi cinco horas diarias. De lunes a viernes dedican tres horas.

Además, por primera vez, el estudio calcula la obesidad no solo mediante el Índice de Masa Corporal (IMC), también a través de lo que considera obesidad abdominal. En un 23,8% de los casos el coeficiente de la circunferencia de la cintura con respecto a la altura es superior a 0,5.

A pesar del escenario que presenta el informe, en Canarias se ha conseguido mejorar la situación un poco más que en otros lugares de España, según el experto. Esto, sin embargo, no le impide seguir encabezando los rankings de obesidad y sobrepeso estatales y europeos. Todo ello, incluso, a pesar de las iniciativas y programas que se han llevado a cabo desde las distintas administraciones canarias.

"Se han perdido oportunidades", concluye el investigador, que afirma que el Ejecutivo canario "no ha sido lo suficiente duro", llegando incluso a concurrir en actitudes permisivas con la obesidad. "Esto no se soluciona con programas de desayunos saludables, hay que ponerse en modo trabajo", insistió.

En este sentido, se refirió al mercado alimenticio, que ha transformado el consumo en un "negocio" y que se ha convertido en el gran problema para la sociedad. El Gobierno autonómico, a este respecto, podría "hacer que las cosas más sanas fueran más fáciles de adquirir, en detrimento de las más insanas", como constató Lluís Serra. Todo se trata finalmente de establecer una regulación eficaz. "Si sabemos que hay una tiendita al lado de la escuela donde los niños compran la comida, podemos intentar regular lo que venden", opina el experto, que además considera que hay que vetar completamente las máquinas de vending dentro de los centros educativos. "En lo que vamos mejor es en el menú de los comedores escolares", afirma Serra, que, sin embargo, recuerda que "no todos los niños tienen este servicio". Por esta razón, apuesta por educar a la población, tanto para mejorar la comida dentro de casa como para facilitar que los niños caminen más y se trasladen en bicicleta a los lugares que más frecuenten.

El estudio Pasos está alineado con los objetivos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad). A raíz de los resultados preliminares, la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, ha mostrado su preocupación por la obesidad infantil, "tanto por su alcance actual como por las consecuencias que tiene para el futuro".

Problemas asociados

Y es que, como recordó la ministra, la obesidad está asociada a enfermedades en la edad adulta como la diabetes de tipo 2, la hipertensión, problemas cardiovasculares y una pobre calidad de vida. Algo en lo que también hizo hincapié Lluís Serra, que mostró su preocupación porque "no es lo mismo que la obesidad aparezca a los 50 años que lo haga a los 10". En edades infantiles, un padecimiento de este tipo es "una bomba de relojería" que confluye en una situación de vulnerabilidad relacionada con todo tipo de problemas "sociales, laborales y educativos".

Carcedo recordó que la obesidad es también un tipo de malnutrición: "Malnutrición no significa que los niños pasen hambre o no coman, sino que coman alimentos sin valor nutritivo". En Canarias, esta consideración ha pasado inadvertida durante mucho tiempo por las arraigadas creencias populares. "Las abuelas aún tienen esa tendencia a pensar que un niño obeso es más sano", señaló Serra.

Además, la obesidad ha crecido en los últimos años dejando una brecha socioeconómica a su paso. Un ejemplo es que los niños y niñas en familias más vulnerables consumen más alimentos procesados que los de familias con más ingresos: el 20% de ellos los consumen tres veces a la semana o más, frente a solo el 9% en el tramo de ingresos más alto.

La obesidad ya no depende de la renta

En 2016, según las estimaciones de la OMS unos 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. Si bien el sobrepeso y la obesidad se consideraban antes un problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos aumentan en los países de ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos. En África, el número de menores de 5 años con sobrepeso ha aumentado cerca de un 50% desde el año 2000.

340 millones de adolescentes en el mundo

En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad. La prevalencia del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes (de 5 a 19 años) ha aumentado de forma espectacular, del 4% en 1975 a más del 18% en 2016. Este aumento ha sido similar en ambos sexos: un 18% de niñas y un 19% de niños con sobrepeso en 2016. Mientras que en 1975 había menos de un 1% de niños y adolescentes de 5 a 19 años con obesidad, en 2016 eran 124 millones (un 6% de las niñas y un 8% de los niños).