La baja implantación de la educación infantil de 0 a 3 años en las Islas está lastrando la capacidad de las familias para hacer frente al cuidado de los niños mientras tienen que trabajar. De hecho, en Canarias es más difícil llevar a cabo estos complejos malabares que en otras regiones de España, como constata la Federación Insular Tinerfeña de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (Fitapa).

Y es que el ámbito educativo no ha sabido dar respuesta a las necesidades de las familias canarias, especialmente tras el impacto de la recesión económica, provocando que las Islas se encuentren ahora "un paso por detrás del resto del Estado". No es de extrañar pues que el Archipiélago tiene una de las tasas de escolarización en preescolar más bajas del España.

Concretamente, de los aproximadamente 47.000 niños de entre 0 a 3 años que hay en las Islas, tan solo un 20,5% se encuentra matriculado en un centro de educación infantil del primer ciclo, según los datos de la tasa de escolaridad del Ministerio de Educación y Formación Profesional. De ellos, además, casi el 60% está matriculado en uno de los 144 centros privados con los que cuenta la región, convirtiendo a Canarias en la comunidad con menor implantación de la formación pública de 0 a 3 años. El porcentaje es incluso superior en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, donde alcanza el 62%, mientras que en Las Palmas de Gran Canaria se sitúa en el 54%. La matriculación pública en el total de 80 centros de Infantil del Archipiélago asciende al 40%.

Una apuesta que no queda clara

En el conjunto del Estado, la implantación de esta etapa formativa alcanzó en 2017 el 38,2% y en algunas comunidades incluso supera la mitad de los alumnos, como País Vasco (53,8%). En todo caso, Eusebio Dorta, presidente de Fitapa, insiste en que Canarias debe definir qué modelo quiere implantar, porque "nunca ha quedado claro, si quieren apostar por la escuela privada o la pública".

No obstante, la situación ha ido mejorando con los años. En 2010, en España la tasa de escolarización estaba 10 puntos porcentuales por debajo de lo que está actualmente, es decir, en un 28,8%. En Canarias, la situación era aún más precaria, tan solo el 8% de los niños de 0 a 3 años se encontraba escolarizado en 2010, una situación que se venía lastrando desde principios de siglo, cuando la tasa neta de escolaridad a esas edades superaba por muy poco el 2%.

En todo caso, la implantación del primer ciclo de infantil, de 0 a 3 años, es una de las líneas centrales de la actuación de la Administración educativa canaria actualmente. Hace apenas una semana, la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, María José Guerra Palmero, afirmaba que su intención es "incrementar el número de plazas para llegar, al menos, a la media nacional". El nuevo equipo trabaja ahora, por tanto, en ver cuáles son los procedimientos para poder ejecutar el dinero asignado, aunque según la consejera no es un procedimiento "demasiado fácil".

Actividades extraescolares

Pero el poder dejar a sus hijos pequeños al cuidado de personal cualificado durante las mañanas no es el único problema al que se enfrentan los padres y madres en Canarias. Según Eusebio Dorta, presidente de Fitapa, la reducción de la oferta de actividades extraescolares tras la crisis también complica a las familias cuadrar un calendario semanal que se adapte a sus necesidades. "A partir de 2008 se empezó a reducir la oferta", explica Dorta.

Una situación que llevó a las propias Asociaciones de Madres y Padres (ampas) a hacerse cargo de la continuidad de estas actividades. A largo plazo, esto conllevó a una pérdida de calidad, porque estas actividades "conllevan un coste", a menudo elevado, que muchas asociaciones no pueden sufragar por ellas mismas. Esta situación, a su vez, influye en el engrosamiento de una brecha entre las familias que se pueden permitir pagar un coste alto por la educación extraescolar de sus hijos y las que no. Consecuentemente, se genera un agravio comparativo entre los menores, que consiguen la mejor formación dependiendo del presupuesto con el que cuenten sus padres. Por eso, Dorta apuesta por que si finalmente se amplía el presupuesto educativo hasta el 5% del PIB del Archipiélago, no solo sirva para contratar más personal, sino que también se destine a estas actividades.

Un empuje estatal

El Ejecutivo nacional de Pedro Sánchez propuso el pasado año, con visos a poder concretar un acuerdo con Podemos, universalizar la educación gratuita de 0 a 3 años. Si los Presupuestos Generales del Estado (PGE) hubieran salido adelante, se hubieran transferido un total de 330 millones de euros para que las comunidades autónomas hubieran llevado a cabo esta actuación. El objetivo, según el acuerdo, era combatir el fracaso escolar, reducir la desigualdad y mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar.