No estudian y tampoco trabajan. El 21,4% de los jóvenes de entre 18 y 24 años en las Islas son considerados ninis, un colectivo que ha crecido con respecto al año anterior en dos puntos porcentuales -el mayor crecimiento de España- y ha colocado a Canarias a la cabeza de esta situación de precariedad. Esta situación de indefinición es, además, más común entre los chicos canarios (23,8%) que entre las chicas (19,1%).

Se trata de una de las conclusiones extraídas del último informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre el sistema educativo en España. Titulado La educación de un vistazo 2019, el organismo internacional vislumbra diferencias, que en algunos casos llegan a ser abismales, entre las 36 regiones de la Unión Europea en la transición de la enseñanza al mercado laboral. Abriendo la horquilla y situándola entre los 15 y los 29 años, en España el 51,1% está estudiando, el 29,8% no estudia, pero está trabajando, y el 19,1% ni estudia ni trabaja. El Ministerio de Educación y Formación Profesional concluye que "estas cifras reflejan los efectos del periodo de crisis que España ha atravesado en los últimos años y que ha afectado particularmente a los más jóvenes, aumentando entre estos la proporción de los que están desempleados".

No obstante, como pone de manifiesto, "el tramo de edad de 15 a 29 años es una etapa larga asociada a numerosos cambios", por eso acota los resultados a las edades comprendidas entre los 20 y los 24 años. En este colectivo el 40% de los jóvenes para la media de países de la OCDE ha terminado su educación y se encuentra empleado. Pero en España el 22% de este colectivo aún ha encontrado un hueco en el mercado laboral y tampoco continúa estudiando. Solo el 26,2% de los españoles ha culminado sus estudios y ha conseguido trabajo.

De esta manera, mientras consigue buenos resultados en comparación a la media de la OCDE en los jóvenes que están estudiando (46,9%), España no lo hace tan bien con aquellos que están ocupados, donde la media de la OCDE es 10 puntos porcentuales mayor; ni con los que ni estudian ni trabajan, que también superan -aunque en menor medida- la media del resto de países del entorno (13,2%).

El contraste es aún más importante cuando se diferencia con países en específico. Porque en los Países Bajos, Noruega o Suecia, el porcentaje de población joven que no trabaja ni estudia no llega al 10% en ninguno de los casos. En el extremo contrario se encuentran México (20,9%), Brasil (24,9%) o Italia (23,9%). El riesgo de desempleo, según el informe, está íntimamente relacionado con el nivel de educación alcanzada. Así, el 21% de los adultos que no han acabado la ESO están en paro, algo que solo ocurre en el 8% de los que han acabado una carrera universitaria o cursado una FP superior. Pero no todo es negativo, puesto que desde 2005, la tasa de graduación en la ESO ha crecido considerablemente, pasando del 56% al 81%.