Veintiún años después de la entrada en funcionamiento del servicio de emergencias 1-1-2 Canarias y con el volumen de datos atesorados en esas dos décadas, sus responsables se plantean la necesidad de mejorar los protocolos, agilizar las intervenciones y hacerlas más eficaces. ¿Cuántos medios hacen falta, por ejemplo, para atender a una persona mayor que vive sola, sufre una caída en su vivienda y no se puede levantar, sin tener una herida grave? ¿Es necesario que acudan bomberos, ambulancias, policías locales o policías nacionales?

El director del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) del Gobierno canario, José Domingo Linares Albertos, opina que una alerta de las citadas características no debería movilizar a tantos recursos. Y, de hecho, plantea por qué no se crean grupos específicos de personas para atender ese tipo de emergencias en los ayuntamientos. Y no se trata de una utopía. Recuerda que el consistorio de Zaragoza ya cuenta con un equipo especializado en ese tipo de servicios de carácter sociosanitario. Y menciona también que en la corporación de Santa Cruz de Tenerife existe la Unidad Móvil de Acercamiento (UMA) para atender a las personas que carecen de vivienda.

Este es un ejemplo de la validez que en el futuro puede llegar a tener el convenio firmado entre la sala del 1-1-2 y la Universidad de La Laguna para la creación del Observatorio de Seguridad Pública y Emergencias Sociales. Por este acuerdo, que tendrá "coste cero" para ambas instituciones, según el propio Linares Albertos, personal vinculado a la cátedra de Psicología Aplicada analizará millones de datos guardados durante dos décadas por el Cecoes para determinar diferentes líneas de investigación en el ámbito de la seguridad pública y se llevarán a cabo estudios para mejorar los protocolos de actuación para dar una respuesta más ágil ante una urgencia o una emergencia en el Archipiélago.

Y, paralelamente, el centro académico y la sala operativa del 1-1-2 también quieren detectar con estos análisis los problemas sociales que puedan derivar de los casos de emergencias.

En opinión de José Domingo Linares, con el estudio de la información captada desde 1998 y con los nuevos datos que se incorporen a partir de ahora, también se busca elaborar unos "mapas de calor" que permitan a los técnicos distinguir, por ejemplo, en qué zonas y en qué horas se producen más rescates, más agresiones físicas o más robos.

Según este directivo del 1-1-2 Canarias, existen lugares en los que, en un determinado momento, hay más turistas que demandan servicios de emergencias que ciudadanos residentes. Ante esa realidad, recuerda la importancia de que los recursos de seguridad y las administraciones tengan las herramientas para trabajar con consulados o turoperadores, con el objetivo de intercambiar información.

Para dar los primeros pasos en este convenio, el gerente de la empresa pública Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad de Canarias S.A. (GSC), Luis Rodríguez Neyra, y la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa María Aguilar, firmaron el referido acuerdo.

Rodríguez Neyra recalcó ayer en una nota de prensa la importancia del Big Data para este trabajo y recordó que la información almacenada durante 21 años por parte de la sala del 1-1-2 en las islas "es un excelente punto de partida para realizar" este tipo de análisis.

El gerente de GSC aclaró que el proyecto pretende establecer "patrones predictivos que permitan desarrollar respuestas más rápidas y eficaces ante los diferentes tipos de sucesos que puedan afectar a la población".

Rosa María Aguilar dijo que este convenio es otro ejemplo de cómo la universidad puede implicarse en la resolución de problemas de interés social y, además, de su capacidad para desarrollar trabajos de simbiosis con otras entidades. Y recordó que el Big Data se ha convertido en una de las herramientas más potentes al servicio de las organizaciones.

Perfiles asociados

La rectora de la Universidad de La Laguna indicó que con esta experiencia también se estudiarán los perfiles asociados a incidencias y, especialmente, el de turistas; se elaborará un Mapa de Riesgo de Canarias; se analizarán las emergencias más características de diversos tipos sociales o colectivos específicos, como, por ejemplo, el peligro de las caídas en personas vulnerables que vivan solas, así como la identificación de puntos negros de seguridad vial y en las playas. El catedrático de Psicología Evolutiva y Educación de la ULL, Luis García García, será el director del trabajo.