Canarias registró un caso de sarampión en 2018 y tres en 2019, todos ellos importados, "posiblemente por turistas no vacunados entre 40 y 50 años que no han pasado la enfermedad por vía natural". Así lo indicó el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas, quien destacó que en Canarias, como en España en general, las coberturas vacunales frente al sarampión, en la primera dosis de los 12 meses, son superiores al 95%, "y eso ya nos crea una bolsa defensiva importantísima".

No obstante, el epidemiólogo apuntó que no hay que bajar la guardia y recordó que la vacuna triple vírica contra el sarampión, parotiditis (paperas) y rubeola, consta de dos dosis, y si bien la cobertura de la primera, a los 12 meses, ronda el 97%, en la segunda, a los 3 años, baja un poco. "Aunque la segunda dosis está en valores aceptables, tenemos que estar vigilantes y lograr que se ponga al mismo nivel que en la primera dosis", indicó.

Respecto a las recientes recomendaciones del Ministerio de Sanidad de extender la vacuna del sarampión a los adultos nacidos entre 1970 y 1980, en edades comprendidas entre 40 y 50 años, el doctor García Rojas indicó que Canarias ya recoge dicha práctica en su calendario vacunal de adultos desde 2011, para los menores de 65 años que en su momento no fueron vacunados y no han pasado la enfermedad.

"Teniendo en cuenta que serían un número bajo de casos porque tenemos coberturas muy buenas, actualmente los casos más sensibles a padecer sarampión serían los menores de 12 meses que aún no han podido vacunarse, y en adultos, fundamentalmente los nacidos entre 1970 y 1980 que, en su momento, no se pudieron vacunar porque no había vacunas y no cogieron la enfermedad, lo cual es bastante raro", subrayó.

Desde 1980

El presidente de la Sociedad Española de Vacunología recordó que la vacuna triple vírica llegó a España en 1980, por lo que en los primeros años de esa década la cobertura no era tan grande como a partir de 1985. "Pueden haber personas que no se vacunaron en esos primeros años de la llegada de la vacuna y no pasaron la enfermedad porque el virus del sarampión no circulaba ya tanto. Para ellos son para los que se recomienda ahora la vacuna, no para todos los que tengan entre 40 y 50 años", y aconsejó que en el caso de que alguien dude o no recuerde si pasó la enfermedad o si está vacunado, "que se vacune".

En lo que respecta a la población nacida antes de la llegada de la vacuna en 1980, Amós García matizó que prácticamente todos pasaron la enfermedad.

"El virus del sarampión es muy contagioso, y como antes no había ningún mecanismo de control circulaba a sus anchas, con lo cual prácticamente todas las personas anteriores a la vacuna pasamos la enfermedad por vía natural. Incluso en aquella época había una práctica muy frecuente, la de cuando un niño padecía sarampión enseguida se juntaba con el resto de niños de toda la familia -hermanos, primos...-, para que todos enfermaran al mismo tiempo, lo cual tenía cierta lógica cuando no había vacunas, porque posibilitaba que el sarampión se consiguiera en edades en las que había una mayor capacidad de defensas frente a la enfermedad", citó el especialista.

García Rojas también insistió en que la población entre 40 y 50 años que puede ser sensible a padecer el sarampión "es muy escasa", porque la mayoría ha pasado la enfermedad por vía natural o fue vacunada en su momento. "Sólo hay una pequeña bolsa de personas que no pasaron la enfermedad por vía natural y que no se vacunaron. Por eso, desde 2011 en el calendario vacunal del adulto en Canarias tenemos esa vacuna para ese colectivo, no para toda la población comprendida en esas edades, eso no tiene ninguna justificación".

En el hipotético caso de que hubiera un brote epidémico de sarampión -"algo muy poco probable en España debido a la alta cobertura vacunal"-, el especialista indicó que lo aconsejable sería adelantar la vacuna a los nueve o seis meses de edad.

Libre de transmisión endémica

España viene obteniendo desde 2016 la verificación de país libre de transmisión endémica de sarampión (en el caso de la rubéola, desde 2015). Entre enero y julio de 2019, el Ministerio de Sanidad ha confirmado 233 casos de sarampión en todo el país, siendo todos ellos, casos importados o secundarios a éstos. Un logro que obedece, según el Ministerio, a la coordinación y alta implicación de los profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud, así como el trabajo coordinado de todas las comunidades autónomas, y a la labor del Sistema de Vigilancia Epidemiológica en la detección temprana de los casos y en la implementación de las medidas de control necesarias que garantizan la interrupción de la transmisión de esta enfermedad.

Sanidad

En septiembre de 2018, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar recomendó la vacunación triple vírica, la vacunación frente a sarampión, rubéola y parotiditis, a todas las personas nacidas a partir de 1970 que no hubieran recibido 2 dosis de vacuna previamente. Con posterioridad, en el Calendario de Vacunaciones para toda la Vida del año 2019, el Ministerio amplió esa recomendación a la población susceptible menor de 65 años. En julio de 2019 se reitera la recomendación de septiembre de 2018 en el sentido de vacunar con dos dosis separadas con un intervalo de 4 semanas a los no vacunados previamente con dos dosis.

Recomendación

Desde la Asociación Española de Vacunología insisten en que los adultos de 40 a 50 años únicamente se deben vacunar si no han padecido el sarampión o no se han vacunado con dos dosis.

Cobertura

Para garantizar la inmunidad viral, cualquier sociedad debe contar con un 95% de cobertura vacunal. En España, dicha cobertura está por encima del 97% en la primera dosis, y baja a una media del 94% en la segunda dosis, a los tres años.

Expansión

El auge del sarampión en el mundo se está convirtiendo en una de las principales amenazas para la salud global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió a principios de agosto de que la propagación de la enfermedad estaba alcanzando un ritmo vertiginoso, y recientemente certificó que Reino Unido, Grecia, Albania y República Checa habían perdido su estatus de países libres de sarampión.

Pobreza

El presidente de la Asociación Española de Vacunología achaca la expansión del sarampión en el mundo, a varias causas, la primera, la pobreza derivada de la crisis económica, que tuvo un fuerte impacto en varios países del contexto europeo que distorsionaron las políticas vacunales y crearon bolsas de marginalidad de población trashumante que va de un país a otro y que no pueden vacunarse porque no tienen acceso al sistema sanitario de los países por los que circulan. También destacan los conflictos bélicos como causa del repunte de la enfermedad.

Antivacunas

La AEV apunta, en menor medida, a países como Francia e Italia, donde además de las bolsas de marginalidad generadas por la población trashumante, han proliferado los movimientos reticentes a la vacunación (antivacunas).