"El sistema público de enseñanza arrastra un déficit histórico de docentes que ha hecho que Canarias esté siempre a la cola en el número de alumnos por profesor en equivalente a tiempo completo. Según la edición de 2019 del informe Sistema Estatal de Indicadores de la Educación (elaborado con datos de 2016-2017), en los centros públicos de las Islas hay 12,2 alumnos por docente frente a los 11,5 de media estatal", advirtió Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias.

"Solo Cataluña, Andalucía y Madrid, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que no tienen las competencias transferidas, obtienen peores resultados; es decir, estamos entre las cuatro con menos recursos proporcionalmente. En el lado opuesto, como territorios modélicos, se sitúan Galicia, con 9,2 alumnos por docente, y Extremadura, con 9,6", alertó.

La disminución de las ratios alumno-profesor es una de las peticiones que ANPE planteará al nuevo equipo de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes de cara al curso escolar que empezó ayer. También apoyarán la reducción del horario lectivo del Cuerpo de Maestros a 23 horas semanales y aligerar la carga burocrática que soportan los docentes en los centros.

"Además, al hecho de estar a la cola de las comunidades autónomas se une la involución que hemos experimentado en los últimos años. Según el mismo informe, en el curso 2007/2008 había 11 alumnos por profesor en los centros públicos y ya entonces estábamos entre los territorios con peores resultados, lo que significa que no solo no mejoramos, sino que empeoramos", añadió Crespo.

Si la ratio alumno-profesor se analiza solo por grupo educativo -una medida que, en opinión del sindicato, no ofrece una radiografía real de la responsabilidad que asume cada docente, que puede tener varios grupos, proyectos o responsabilidades administrativas-, también se observa que Canarias está por encima de la media nacional en etapas cruciales, como Infantil y Bachillerato, donde cada docente tiene a su cargo a 18,5 alumnos y 27,9, respectivamente. En cambio, el promedio estatal está en 17,9 en Infantil y en 26,3 en Bachillerato.

Para atajar este problema, el sindicato considera que la Consejería debe hacer una verdadera apuesta económica por la enseñanza pública, que pasa por avanzar en el cumplimiento de la Ley Canaria de Educación.

En este contexto, uno de los objetivos ineludibles para este sindicato es mejorar las condiciones de trabajo de los maestros. La recuperación del horario lectivo de las 18 horas para el profesorado de Secundaria este curso ha supuesto un "indudable avance" para la educación canaria, pero "ha de extenderse al resto de profesionales de la enseñanza". "No se trata de que el profesorado trabaje menos, sino de organizar su horario para que pueda realizar otras labores fundamentales para mantener y mejorar la calidad del sistema público educativo, como son la formación permanente o la atención a las familias a través de la acción tutorial, tal y como ya ocurría antes de la crisis", puntualizó Crespo.