La Revista de Filología de la Universidad de La Laguna (ULL) acaba de publicar en su número 39 un estudio de Jonay Acosta Armas, investigador adscrito a la Cátedra Cultural de Estudios Bereberes de la institución académica, en el cual demuestra que los guanches de las islas orientales y de Tenerife llegaron a pronunciar la 't' inicial con un sonido equivalente al de la 'c' (ante i y e) y 'z' castellanas modernas.

Como este sonido no existía aún en el español europeo meridional de los siglos XV y XVI, se hispanizó mediante una 'f', que es la que se muestra precisamente en topónimos canarios como Fasnia, Faneque, Finiguelfa o Famara.

Este fenómeno de equivalencia acústica es típico de muchas lenguas e, incluso, de ciertos dialectos hispánicos, por ejemplo, en el español asturiano, Felipe llega a pronunciarse Celipe y en ruso, el nombre griego Theódoros dio lugar a Fiódor.

Este rasgo dialectal, conocido como espirantización, es típico de los dialectos bereberes de la franja mediterránea y parece haberse originado en los núcleos urbanos de Numidia (norte de Túnez y Argelia actuales) en torno al siglo II a. C.