Presidencia del Gobierno de Canarias confirmó en la tarde de ayer el fallecimiento del prestigioso cirujano cardiovascular Alfonso Chiscano Díaz, natural de Tenerife y afincado en San Antonio de Texas desde la década de los años sesenta, quien recibió la Medalla de Oro del Archipiélago en 1999.

El doctor Chiscano Díaz ejerció como cirujano torácico y cardiovascular en San Antonio de Texas y fue autor de numerosas publicaciones científicas especializadas, convirtiéndose en embajador de Canarias en Texas en los cargos que asumió como presidente de la Asociación de Amigos de las Islas Canarias, así como consejero de la Oficina de Canarias en Texas, miembro de la Fundación Islas Canarias para el Educación y la Cultura (Cifec), además del vínculo que mantuvo con la Cámara de Comercio de San Antonio, actividad por la que fue distinguido por con la referida Medalla de Oro del Archipiélago.

Gracias a su defensa de la relación de Canarias con Texas, el Archipiélago estableció una oficina en San Antonio en 1999 y cinco años después experimenta un impulso de la mano del propio Alfonso Chiscano, la Fundación Universitaria de Las Palmas y el Gobierno de Canarias. A partir de ese momento, en 2004, la oficina se incluye en un proyecto institucional con la colaboración de la Fundación Empresa Universidad de La Laguna, la Sociedad Canaria de Fomento Ecológico (Proexca) y el Comisionado de Acción Exterior del Gobierno canario.

En el año 2014, el BBVA fichó al médico tinerfeño asentado en San Antonio dentro del equipo de reconocidas personalidades fichadas por la entidad bancaria. En aquella oportunidad, el presidente de BBVA Compass en San Antonio, Andrea Smith, explicó que la decisión de incluirlo como asesor obedecía al gran conocimiento de la ciudad, así como a la estrecha colaboración que mantenía con Canarias y sus instituciones.

Fruto a ese vínculo que siempre alimentó entre Santa Cruz y San Antonio de Texas, mantuvo una relación estrecha con el Ayuntamiento de su ciudad natal y animó a los gestores a dedicar un rincón de la capital tinerfeña a inmortalizar que la séptima ciudad más poblada de Estados Unidos tuvo entre sus primeros 52 moradores llegados de Canarias. Este fue un argumento suficiente para que el entonces alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, dedicara en la plaza de San Antonio de Texas -en la calle Méndez Núñez, junto a la Sindical- un busto, inaugurado en el año 2002, que recuerda la aportación de Alfonso Chiscano para mantener el vínculo del Archipiélago con San Antonio de Texas. Para el doctor Chiscano, la pasión por su tierra lo acompañó. Siempre recordaba como trabajando junto a su esposa, enfermera, en Houston encontró una piedra de molino en la que se podía leer la leyenda: "Traída por emigrantes canarios en 1731".

La vida del propio Alfonso Chiscano es un ejemplo de superación, pues pudo cursar su carrera de Medicina en Barcelona, desde los 17 años, gracias a una beca que le concedió el Cabildo de Tenerife, el dinero necesario para los libros, la pensión y la comida. Un compañero de carrera le comunicó la existencia de una plaza como cirujano en Detroit, lo que le permitió conocer a la "enfermera de Michigan" que se convirtió en su esposa, con la que tuvo cuatro hijos y ocho nietos. Primero en la Universidad de Detroit se formó durante siete año en cirugía general, para seguir con cirugía torácica, para continuar luego en Houston. El doctor Alfonso Chiscano vivía su amor por su tierra natal con la misma pasión que por su profesión, como lo demuestra su paso casi a diario por media decena de centros sanitarios que visitaba preocupado por sus pacientes.

A mitad de la década de los años ochenta pudo hacer realidad el sueño de unir su condición de 'embajador de Canarias' y su otra pasión, la medicina, y en 1986 puso en marcha el servicio de Cirugía Cardiaca en el Hospital Universitario de Canarias, con la participación de otro insigne doctor, el ya fallecido Diego de Armas.

Entre sus ilusiones, Chiscano batalló porque un conjunto escultórico rindiera tributo en la plaza principal de San Antonio de Texas a los 52 fundadores canarios. Junto al busto que inmortaliza al prestigioso médico en Santa Cruz o la calle a la que da nombre en Las Palmas de Gran Canaria, la Villa de Teguise aprobó a comienzo de agosto el "penúltimo" tributo, la concepción de una calle a este cirujano 'tejano' nacido en Tenerife.