"Me llamo Lorena y tu pagaste los 160.000 euros que costó mi formación para ser investigadora. Me formé en España con dinero público pero los conocimientos que adquirí los he aplicado siempre fuera de aquí". De esta manera, una joven investigadora comienza su campaña de Change.org, que incita a todos los miembros de la comunidad científica a pasar a la acción y reinvidicar un mejor sistema.

Lo harán previsiblemente el 19 de octubre convocada en Madrid en una manifestación donde exigirán un pacto de Estado por la ciencia y un aumento del presupuesto dedicado a I+D+i.

Se trata de una nueva Marcha por la Ciencia, similar a las que se han ido realizando durante los últimos años denominadas Marea Roja, para denunciar la precaria situación en la que se encuentra la comunicación científica en España. Los coorganización correrá a cargo de Investigadores No Valorados Salamanca (Innova) y Federación de Jóvenes Investigadores (FJI).

Durante la manifestación se reinvindicará la necesidad de "un pacto de Estado por la ciencia", como afirmó David Quinto, portavoz de la FJI en declaraciones a este periódico. Asimismo, plantean exigir al Gobierno de España el cumplir con la promesa electoral que "llevaban prácticamente todos los partidos en sus programas", el aumentar el presupuesto destinado a Investigación y Desarrollo (I+D+i), al menos hasta el 2%.

"Queremos que lo hagan de inmediato en los próximos presupuestos", afirmó Quinto, que también insistió en la necesidad de que estos presupuestos "sean ejecutables".

Y es que aproximadamente en nuestro país tan solo se destina el 1,19% del producto interior bruto (PIB) a financiar proyectos de investigación básica o aplicada, según el Informe Cotec 2018. De esta financiación, el 50% está dirigido a aquellas investigaciones que puedan obtener resultados inmediatos en la economía, por lo que se dispone de ella por medio de créditos.

Estos créditos, aunque son préstamos con condiciones ventajosas, son totalmente inasumibles para la investigación básica o un organismo de investigación público. En cuanto a la financiación dedicada a investigación básica, tampoco se ha ejecutado en su totalidad. "El problema son las trabas burocráticas", afirmó Quinto.