Las llamas del primer conato aparecieron a eso de las 10:45 horas de la mañana de ayer a un lado de la carretera TF-21, en Barroso, en las medianías de La Orotava, justo en la misma zona en la que se había producido otro fueunas horas antes, a eso de las 4:00 de la madrugada, que fue rápidamente sofocado. El tercero se produjo a eso de las 14:50 horas en otro lugar de las medianías orotavenses, Cañeño, en una finca de castaños. Estos hechos llevaron al Seprona de la Guardia Civil a abrir una investigación para determinar el origen de los tres conatos, que fueron dados por controlados a poco de darse el aviso, sobre todo los dos primeros de Barroso.

El concejal de Seguridad, Narciso Pérez, no descartaba que pudieran ser provocados, por la coincidiencia temporal y sus características, aunque no quiso adelantarse a los resultados de la investigación. "Pudo ser que uno de ellos se reavivara por la mañana. Aún es pronto para saberlo", aseguró después de desplazarse al lugar donde se originaron las llamas para dirigir el operativo de extinción. Participaron, además de la Guardia Civil, unidades del Consorcio de Bomberos de Tenerife, Brifor del Cabildo de Tenerife, Protección Civil y Policía Local de La Orotava.

El peor conato, el de las 14:50 horas en Cañeño, calcinó alrededor de 3.500 metros cuadrados de matorral y monte bajo, y anoche los operarios seguían trabajando en la zona para refrescarla y evitar que volviese a avivarse. Había viviendas en los alrededores, ninguna de las cuales resultó afectada ni nadie tuvo que ser desalojado. "La rápida intervención de las brigadas permitió que se controlaran los conatos", aseguró el edil en las medianías orotavenses.

Refrescando el terreno

El tiempo no acompañaba, motivo por el cual las brigadas permanecieron varias horas para asegurarse de que no quedaban rescoldos. Y es que, tal y como detalló Nicolás Pérez, soplaba una brisa lo suficientemente importante como para hacer temer que se pudiera reavivar. También colaboró en las tareas un helicóptero. La columna de humo generó al principio alarma al verse perfectamente en medio del valle orotavense, sobre todo en las primeras horas del conato. Los conatos menos graves, los de Barroso, primero de madrugada y después ya de mañana, quedaron controlados a los pocos minutos de darse el aviso. Apenas quemaron un área de 200 metros, principalmente matorrales y varios castaños.

Estos tres conatos, unidos al incendio que quemó 40 hectáreas también ayer en La Laguna, se producen en medio de unas condiciones climáticas desfavorables, con temperaturas que llegan a superar los 29 grados y rachas de brisa que ayudan a propagar las llamas, lo que precisamente está detrás de la catástrofe que sufre Gran Canaria. Por eso, tanto el Cabildo de Tenerife como los ayuntamientos con más masa forestal -entre ellos La Orotava- han pedido a la población máxima precaución ante el gran peligro de que se produzcan nuevos incendios.