El incendio que azota a Gran Canaria se dio por estabilizado ayer, aunque el Gobierno de Canarias va a mantener el fuego en el nivel 2 y los medios aéreos y terrestres permanecerán en la isla, ya que no se puede descartar la reactivación de algunos frentes. Así lo manifestó anoche el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, en el transcurso de una rueda de prensa para dar cuenta de los últimos datos de un fuego que afecta a la isla redonda desde la tarde del pasado sábado.

El fuego, que tiene un perímetro de 112 kilómetros, quemó finalmente unas 9.200 hectáreas de terreno, mientras que si se cuentan los otros dos incendio que sufrió Gran Canaria en las últimas semanas, la cifra aumenta a las 12.000 hectáreas. Torres detalló que durante el día de ayer se trabajó también intensamente y se descargó un millón de litros de agua sobre el incendio.

Además, indicó que las labores de ayer han sido dobles: por un lado, las propias de la extinción del fuego y, por otro, la evaluación del estado de las carreteras cortadas -ayer se ha procedido a la apertura de once vías- y de los núcleos urbanos para ofrecer la seguridad necesaria para que los vecinos vuelvan a sus casas. "Aunque está estabilizado -insistió Torres-, el incendio sigue estando en nivel 2, y en la reunión previa hemos pedido que se mantengan todas las unidades aéreas y los equipos de tierra mientras el nivel no disminuya porque llega una subida de las temperaturas".

El consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Ejecutivo regional, Julio Pérez, apuntó que ya se han podido realojar unas 7.500 personas de las casi 10.000 que tuvieron que ser evacuadas por la virulencia de las llamadas. En total se tuvieron que desalojar 48 núcleos urbanos de las medianías de la isla, de los que 35 ya han podido ser realojados. En cuanto a los municipios, el más afectado ha sido Artenara, con el 60% de su territorio dañado; seguido por Valleseco (40,6%), Agaete (28%), Moya (23,75%), Gáldar (20,61%) y Tejeda (17%), mientras que San Mateo y Guía se han visto menos afectados.

Por su parte, el jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, resaltó las labores de cortafuegos que se han realizado durante los últimos años -unas 10.000 hectáreas-, ya que pese a la virulencia de las llamas han minimizado los efectos devastadores del fuego. "El estado del incendio está dentro de unas líneas de control. No significa que no pueda descontrolarse. Es como tener un paciente en la UVI", observó para señalar que las unidades siguen desplegadas.

Amagos de conatos

Asimismo, explicó que durante el día hubo reinicios de las llamas en algunos puntos, "nada grave" puesto que las condiciones climáticas fueron buenas y se consiguieron contener. Por otro lado, recordó que la previsión meteorológica apunta a una subida de las temperaturas, por lo que se mantienen todas las precauciones para contener un fuego que podría estar controlado en un par de días. "Tenemos que ser prudentes. Entendemos que muchos vecinos quieren volver a casa pero la vida humana es lo primero. No podemos garantizar que [el incendio] no se vaya a reiniciar. No podemos bajar la guardia", enfatizó. Finalmente, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, hizo especial hincapié en que pese a la agresividad del fuego no hay que lamentar víctimas humanas e incidió en que su administración seguirá "reverdeciendo" la isla porque es un reclamo de todos los grancanarios.