El desolador paisaje que deja el incendio de Gran Canaria y el cansancio acumulado por decenas de horas de lucha contra el fuego está sacando a la luz el coraje y determinación de los canarios que aman a su tierra. En lugar de arrastrarse a la resignación y el llanto, el mayor incendio que ha arrasado con más de 10.000 hectáreas en Gran Canaria ha sacado a la luz un derroche de generosidad, cadenas solidarias y admiración y respeto por los que están arriesgando su vida contra el depredador incontrolado hasta hace poco que ha causado estragos en pertenencias personales y devastado paisajes únicos como el parque natural de Tamadaba.

Este cariño y respeto no solo está en los que se detienen a ver sobrevolar los cuatro hidroaviones que no cesan en su trabajo, los helicópteros y los mil efectivos desplazados para luchar contra un enemigo que está a punto de rendirse. También lo sienten los que trabajan codo a codo a pocos centímetros de las llamas que saben que es en estos momentos cuando tienen que dar lo mejor de ellos mismos.

Jorge Luis González Díaz es bombero en Gran Canaria y ha compartido en su muro de Facebook un sentimiento que demuestra cómo el pueblo canario ante la adversidad se une y los agradecimientos señalados en saludos al paso de los camiones que trabajan en sentenciar al incendio y las decenas de miles de mensajes en las redes sociales es compartido también por los que tienen como trabajo ponernos a salvo ya que cada uno aporta lo que puede cuando es necesario.

"Carta" de Jorge Luis González Díaz:

Ayer, después de muchas horas peleando con el fuego que trata de consumir nuestra isla, paramos a comer algo. Un chico decía: "mira, los bomberos!!". Muchas personas se nos acercaban a darnos ánimos y las gracias. Nadie, absolutamente nadie, nos ha permitido pagar lo que hemos comido, ni el hielo que compramos para no beber agua caliente, al menos la primera hora de trabajo. Por mucho que hemos tratado de explicar que solo hacemos nuestro trabajo, y que es un honor poder estar arriba, en primera línea, defendiendo lo nuestro, no hemos podido utilizar nuestro dinero.Por la carretera nos tocan la pita y nos animan. Es la forma que tienen nuestros paisanos de hacer piña. Es el modo de demostrar que la frustración se puede transformar en algo positivo.En nombre de todos los que estamos cara a cara con el fuego, Gracias. Gracias por hacernos saber que es una lucha de todos. Gracias por demostrar que estamos unidos cuando es necesario. Sepan que siempre, tengamos los conflictos laborales que tengamos, lo daremos todo por ustedes y nuestra isla.