La construcción del Telescopio de Treinta Metros (TMT) es viable en La Palma, pero deberá mimetizarse con el ambiente para evitar su impacto. Entre algunas de las medidas correctoras que se deberán tener en cuenta se encuentra la de que su construcción se debe llevar a cabo en un marco temporal que difiera de la época de cría de las aves autóctonas. Y es que la zona de construcción del gran telescopio de 30 metros de diámetro -en el Pinar de las Ánimas y Junianes- es también una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) en el que se encuentran hasta siete especies de aves protegidas.

Por eso, como medida correctora para evitar el impacto acústico que pudiera afectar a los nidos de estas aves, un informe técnico del Ayuntamiento de Puntagorda, de abril de 2017, recomienda que "toda actuación (constructora) que se lleve a cabo debe preverse fuera de la época de reproducción y cría, por las especies avícolas existentes". Las aves que se quieren preservar especialmente con esta medida son el cuervo canario (corvus corax canariensis), la paloma rabiche (columba junoiae), paloma turqué (columba bollii), el alcaraván (burhinus oedicnemus distinctus), el halcón tagarote (falco pelegrinoides) y la pardela de Barolo (puffinus assimilis baroli).

Siete impactos potenciales

Dicho documento informa de hasta siete impactos potenciales -la mayoría visuales porque la propia construcción conlleva a la antropización de un terreno hasta el momento virgen- para los que también expone medidas correctoras. Un ejemplo es que el informe afirma que puede haber una contaminación del medio terrestre y de afección a la Zona Especial de Conservación (ZEC) con las aguas residuales. Para ello insta a "acumular dichos deshechos en recipientes adecuados para ser evacuados periódicamente para su tratamiento". Todo ello con vistas a que "se evite la contaminación sobre acuífero Coebra".

Del resto de apreciaciones, entre las que se encuentra el suministro eléctrico, la instalación de agua potable o la construcción de la carretera, el informe expone que su impacto se puede solventar integrándolas paisajísticamente. En el informe, realizado por el arquitecto Gabriel Henríquez Pérez, se proponen cinco emplazamientos alternativos para el TMT, así como sus consideraciones científicas, de obra civil y trazado y sus riesgos e impactos potenciales teniendo en cuenta las características geológicas, climáticas, edafológicas, de flora y fauna, paisaje y patrimonio arqueológico. En el informe se proporciona una valoración sobre qué situación es más adecuada en cada uno de estos ítems. No obstante, pronto se desestiman tres de las ubicaciones porque, según un informe previo emitido por la Consejería de Medioambiente del Cabildo de La Palma "no se consideran adecuadas para la construcción del TMT".

Elección final

Tras una evaluación de todos los determinantes, el Cabildo de La Palma, en junio de 2017, elige entre sus dos alternativas restantes el Pinar de las Ánimas y Junianes para su construcción. Lo que corresponde a la ubicación número uno del informe técnico firmado por el arquitecto. La ubicación número dos, su alternativa, es una zona ya alterada por dos construcciones relacionadas con la actividad y la investigación astrofísica. Concretamente se encontraría a pocos metros al sur del Gran Telescopio de Canarias (GTC).

El emplazamiento del primero -a aproximadamente 400 metros al suroeste del Grantecan-es considerado "el más adecuado" teniendo en cuenta la naturaleza científica del TMT. En dicho lugar se obtuvieron las mejores imágenes en las pruebas realizadas y obtuvo las menores turbulencias. Su alternativa, por otro lado, es la que peores imágenes logró de las cinco propuestas además de ser el lugar donde mayores turbulencias se registraron.

La Consejería de Medioambiente del Cabildo afirma que la ubicación elegida también es la que más impacto visual tiene -con respecto a su otra alternativa-, ya que es un terreno no antropizado en su totalidad, pero a cambio, es uno de los lugares con menor biodiversidad. Asimismo, carece yacimientos arqueológico en sus inmediaciones. Un aspecto que sí afecta a su alternativa donde existe un yacimiento justo debajo de la plataforma donde se podría ubicar el telescopio.

Respecto a la vegetación de la zona, en ambos casos se trata de "un matorral de codesos con gran abundancia de gramíneas". El Pinar de las Ánimas y Junianes es un lugar con menor diversidad -solo hay codeso y mazorilla del Teide- y la que se encuentra más alejada de la zona que tradicionalmente se ha destinado a albergar telescopios. En el caso de la segunda opción, para acceder al TMT se iba a tener que construir una pista que no coincidían con la carretera existente, por lo que "podrían afectar a algunos ejemplares de retamón". No obstante, el informe estima que "el daño que se podría causar sobre los pocos ejemplares afectados podría compensarse con las medidas de restauración de la zona". Una restauración que también estima para la primera opción y finalmente elegida para albergar la gran construcción científica.

Los componentes del TMT

  • Observatorio. Consiste en un telescopio de 30 metros, instrumentos, cúpula, edificio auxiliar, edificio de servicios públicos y estacionamiento.
  • El camino. Una nueva vía de acceso que conecta el sitio del TMT con una carretera pavimentada existente, en este caso la que lleva al GTC.
  • Las utilidades. Las líneas y conexiones eléctricas, así como comunicaciones desde el TMT. También las líneas de agua y agua residual.
  • El área de acopio. Una instalación temporal que se utilizará para almacenar y ensamblar los materiales antes de su integración en el observatorio.
  • Instalaciones centrales. Tanto en Santa Cruz de La Palma como en Tenerife se integrarán oficinas, laboratorios y otros espacios en las instalaciones existentes y futuras del Instituto de Astrofísica de Canarias.