"El 25 por ciento de la población padecerá algún trastorno mental a lo largo de su vida". La estadística la aporta Ana Julia Concepción, directora gerente de la Asociación Tinerfeña en Lucha por la Salud Mental (Atelsam), con base en un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los datos son extrapolables a Canarias. Por lo tanto, uno de cada cuatro de sus habitantes tendrá alguna problemática en este sentido a lo largo de su existencia vital.

"Los problemas de salud mental deberían de ser un asunto prioritario para las Administraciones públicas y el conjunto de la sociedad", valora Concepción. Además, apostilla. "Casi nunca prestamos atención a realidades que pensamos que no nos pueden afectar, pero los problemas de salud mental son más comunes de lo que creemos. Los datos hablan por sí solos y, además de ese 25 por ciento, la OMS también ha desvelado que más de un millón de personas, entre el 2,5 y el 3 % de la población adulta, tiene un trastorno mental grave".

Atelsam lleva trabajando en Tenerife desde 1993, hace ya veintiséis años, con personas que tienen problemas de salud mental y sus familias. Comenzó su andadura por la preocupación de estas últimas, ya que apenas recibían una asistencia sanitaria adecuada.

La directora gerente afirma: "Hemos avanzado, pero no con la rapidez que quisiéramos, aunque recibimos algunas ayudas desde las Administraciones públicas. Hay que prestar atención directa a las personas con problemas de salud mental, pero también la especializada para las familias y su entorno. Además, hace falta más formación sobre esta realidad a todos los niveles educativos, y muchos de estos problemas provienen del consumo de sustancias estupefacientes".

Precisamente, ese consumo en adolescentes está ocasionando un aumento de casos relacionados con la salud mental. Los psiquiatras ya han dado la voz de alarma en su reciente Curso Nacional de Actualización. Así, la mitad de los jóvenes diagnosticados de psicosis y esquizofrenia -entre un 40% y un 60%, según la estadística médica- son consumidores habituales de cannabis.

"La detección precoz -valora Concepción- es vital no solo para que la persona con problemas de salud mental pueda recuperar su entorno sociolaboral, sino también para que pueda ser constructiva con ella misma y para la sociedad". La integración es una pieza clave: "En nuestra asociación forman parte de la junta directiva dos personas con enfermedad mental. Debemos tender a que no solo sean las familias quienes se ocupen y preocupen, sino que esas mismas personas tomen las riendas de su vida y se posicionen en primera persona. De hecho, en Canarias ya existe el programa de empoderamiento llamado así, en primera persona, muy útil para acabar con los estigmas sobre la enfermedad mental que existen en la calle en el día a día", asegura Concepción.

Quizás, subraya, "estemos más acostumbrados a convivir con la discapacidad física; de hecho, la tenemos más normalizada, pero el trastorno mental es algo que se extiende desde la familia, durante la adolescencia hasta un cambio de trabajo o despido. Entre el 11 y el 27 por ciento de los problemas de salud mental en nuestro país se pueden atribuir a las condiciones de trabajo".

Según la directora gerente de Atelsam: "Se buscan otros nombres para no hablar o no reconocer lo que puede ser realmente un trastorno mental. Forma parte de nuestra vida y no podemos cerrar los ojos ante una realidad que existe más de lo que pensamos". La detección precoz de la enfermedad mental es vital para evitar cuadros más complicados que pueden afectar no solo a quien la padece, sino también a su entorno.

En Atelsam existe un trabajo importante con las familias. Concepción señala: "Después de un brote psicótico, el 50% de la estabilidad de la persona con problemas de salud mental depende de la familia. Hay que estar atentos y observar a nuestros familiares y amigos los cambios de conducta, comportamiento, etcétera".

Según el Ministerio de Sanidad, el coste del trastorno mental es de un 8% del PIB. Concepción resume: "Desde Atelsam defendemos que debe disminuir el gasto farmacéutico y tener más recursos de rehabilitación como psicólogos y terapeutas. Un ejemplo: el ingreso de una persona durante una semana en la Unidad de Agudos en los dos hospitales públicos de Tenerife correspondería al sueldo de dos psicólogos durante dos años".

Derribando estigmas

El trastorno mental supone la segunda causa de discapacidad más frecuente (el 19,6 por ciento del total). A lo largo de los años, el colectivo de personas con problemas de salud mental y sus familias y personas allegadas ha vivido bajo la losa del estigma. Una losa muy pesada, cargada de falsos estereotipos y prejuicios, que no ha permitido a estas personas dar grandes pasos hacia su integración en la sociedad, su completa recuperación o su reconquista de derechos.

Sin base científica

La creencia generalizada de que los problemas de salud mental están íntimamente relacionados con la violencia "no tiene base científica alguna", apunta la experta. No es cierto que las personas con trastornos mentales sean más agresivas ni tengan más probabilidades de cometer actos violentos ni delictivos que las que no tienen estos problemas. Tampoco que sean peligrosas para la sociedad. De hecho, son más víctimas de agresiones, malos tratos y abusos que responsables de un acto violento. "Nadie se debería sentir culpable por tener un trastorno mental, y eso depende de todos", concluyen.