Hay cientos de imágenes asociadas al verano: los chiringuitos, la lectura, los festivales musicales... Y también las Perseidas. La lluvia de estrellas más famosa del año ha logrado colarse en nuestras actividades y, aunque esta vez la Luna llena dificultará su observación, siempre hay que mirar al cielo. Si bien la actividad de las Perseidas -también conocidas como Lágrimas de San Lorenzo- comenzó el 17 de julio y se extenderá hasta el 24 de agosto, el máximo se espera en las noches de mañana, domingo, al lunes y del lunes al martes. Así que busca un lugar sin contaminación lumínica, coloca una manta o toalla y mira al cielo.

Habrá luna llena el próximo jueves, por lo que su brillo dificultará la observación de las Perseidas en sus días de mayor actividad, recuerda en su web el Instituto Geográfico Nacional. En cuanto al tiempo, el lunes será mejor día que el domingo para cazar estrellas fugaces en la Península. La Agencia Estatal de Meteorología prevé, en la madrugada del domingo al lunes, nubes en la mitad oeste peninsular y lluvias en la cornisa cantábrica y Pirineos, lo que perturbará la observación; esa noche, los mejores puntos para verlas estarán en Extremadura, el sur de Cataluña, zonas de Castilla y León y este de Castilla-La Mancha. En Canarias, se espera buen tiempo, por lo que dará igual uno u otro día.

La madrugada del lunes al martes, la situación mejora en todo el país, aunque puede estar nublado en el Cantábrico oriental y Galicia, y aparecer algunas nubes altas en el este peninsular. No obstante, coinciden los expertos, siempre se puede cazar alguno de estos meteoros. De todos, el mejor momento para ello será la madrugada del lunes al martes, justo antes del amanecer y con la Luna ya puesta, según cálculos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que, como otros años, para los que no puedan o no quieran salir de casa, retransmitirá este espectáculo astronómico. Esta vez estarán, la noche del lunes al martes, en el Observatorio de Oukaimeden (en el Atlas marroquí), y se podrá ver en sky-live.tv.

Las lluvias de estrellas se producen cuando la traza de partículas de polvo y rocas que dejan los cometas en su órbita alrededor del Sol entran en la atmósfera de la Tierra y se volatilizan produciendo un efecto luminoso: los meteoros. Estos fenómenos se pueden prever con antelación, ya que todos los años la Tierra en su camino alrededor del Sol atraviesa la trayectoria de varios cometas, en este caso el 109P/Swift-Tuttle.

La órbita de este cometa está llena de miles de partículas pequeñas como granos de arena que, cuando se cruzan con la Tierra, impactan contra su atmósfera. Este choque produce, en estos minúsculos fragmentos, un aumento de temperatura de hasta cinco mil grados en una fracción de segundo, lo que hace que se desintegren y emitan un destello de luz, meteoro o estrella fugaz. Los modelos estándar dicen que la actividad de las perseidas en condiciones perfectas se sitúa sobre los 100/150 meteoros cada hora, pero luego la realidad es algo distinta, así que paciencia: esta cantidad varía en función de la hora, del lugar elegido, de lo oscuro que esté este o de la agudeza visual del observador. Además, no es algo regular. Puede pasar que en unos pocos minutos se vean atravesar el cielo varios meteoros y en media hora ninguno.

¿Y se puede aprender algo de ciencia con las perseidas? El director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, afirma a Efe que siempre se aprende algo y como ejemplo pone que "se puede aprender a hacer ciencia en colaboración muchas otras personas". Armentia se refiere al proyecto Contadores de estrellas, financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, por el que cualquier ciudadano puede colaborar contando meteoros; en todas las lluvias de estrellas astrónomos aficionados realizan conteos enviando datos a la Organización Internacional de Meteoros, lo que ayuda a calcular las próximas tasas de actividad.

En los últimos 20 años, añade Armentia, gracias a las observaciones principalmente de aficionados a la astronomía se ha podido caracterizar mejor cómo se estructuran las corrientes de meteoros que causan las diferentes lluvias periódicas y con ello entender mejor su dinámica en torno al Sol y las perturbaciones que sufren. "La idea ahora es abrir el abanico y permitir que cualquier persona con ganas, un móvil, paciencia y cariño, pueda colaborar". Todos los años centros, planetarios e, incluso, empresas se apuntan a la observación de las Perseidas.