El rabijunco etéreo, un ave marina de zonas tropicales, se avistó por primera vez en Fuerteventura en 1994 y 25 años después la Isla tiene una población de unos 20 ejemplares lo que la convierte en la primera colonia de Europa. La tropicalización del medio marino canario, como consecuencia de la crisis climática, podría estar detrás de esta colonización, según el biólogo marino Marcel Gil. Este especialista observa desde hace años el vuelo y comportamiento del rabijunco etéreo (Phaeton aethereus), un ave de apariencia física similar a una gaviota con un campo de distribución geográfica circunscrita al norte del Índico, la zona tropical del Atlántico y el este del Pacífico.

Gil explica, en una entrevista con Efe, cómo la distribución de la especie se ha expandido en los últimos años "ligeramente hacia el norte, hasta el punto de establecerse en Canarias" donde el primer registro moderno es de mediados de los años ochenta en La Gomera. Sin embargo, un rastreo bibliográfico sitúa la primera referencia a finales del siglo XIX, cuando fue capturado un ejemplar en Puerto de la Cruz que más tarde terminaría naturalizado y expuesto en el Gabinete Científico de Santa Cruz de Tenerife.

Tras La Gomera, fueron recogiéndose observaciones por todo el archipiélago canario y documentándose zonas de cría en El Hierro, Lanzarote o Fuerteventura, donde desde 2014 los pescadores aseguraban ya la existencia de una colonia que, cinco años después, alcanza un mínimo, aproximadamente, de 20 ejemplares con 12 reproductores, lo que la convierte en la primera de Europa. El biólogo marino apunta a Cabo Verde como posible lugar de origen de los rabijuncos etéreos que han colonizado Canarias, argumentos como la proximidad con la isla africana y la importante colonia que allí existe, con unos pocos cientos, cimientan la teoría.

En 2018, Marcel Gil y sus colegas Juan Bécares y Gustavo Tejera iniciaron el proyecto Phathon, el primer estudio que se hace en España y Europa de este depredador apical, característico de los mares tropicales, con apoyo de la Universidad de La Laguna y la Asociación GIC (Grupo de Investigación y Conservación). Actualmente, siguen trabajando con la especie desde la cooperativa Cory's. El proyecto, interesado en conocer las causas del avance de la especie hacia latitudes más septentrionales, se desarrolla en Fuerteventura, donde se han producido avistamientos en la zona norte y sur. El estudio se inició con la cuantificación y localización de los nidos, posteriormente se llevaron a cabo los marcajes con GPS de ejemplares para conocer las zonas de alimentación y sus patrones de actividad en el mar.

Gil explica que, entre los objetivos del estudio, está analizar su dieta y nivel trófico para "saber con precisión cómo se introduce esta especie depredadora tropical dentro de una cadena trófica ya existente, como la canaria y, por otro, ver su estatus, cuáles son las especies con las que está interactuando, efectos sobre la fauna autóctona y los peligros a los que se enfrentará en el futuro". Precisamente, las ratas, ratones, gatos y la ardilla moruna, un roedor africano que invadió Fuerteventura a mediados de los sesenta y hoy es ya una plaga imposible de controlar, podrían ser los mayores enemigos del rabijunco etéreo.

Una parte del estudio se ha centrado en colocar cámaras en los nidos para "controlar los depredadores que visitan la colonia, hasta ahora hemos certificado la presencia de ratas e interacciones con el cuervo, un ave autóctona que arrastra sus propios problemas de conservación", explica este especialista en aves marinas.

La especie cría en acantilados bastante inaccesibles y zonas verticales donde aprovecha pequeñas cavidades. Para llegar hasta allí, los investigadores están usando técnicas de escala, gracias a la colaboración del Ministerio de Transición Ecológica, a través de técnicos especializados en trabajos verticales y fauna, y la financiación de la Fundación Biodiversidad y el Gobierno de Canarias. El rabijunco etéreo se alimenta en un elevado porcentaje de peces voladores, sin embargo, la recogida de muestras en Fuerteventura ha permitido saber que en la isla lo hace del pez aguja, del género belone.

Este dato "encaja bastante con la dieta descrita en Cabo Verde, donde hay otras especies del género, y esto nos lleva a pensar que en Canarias está buscando la comida más parecida a la de su lugar de origen", señala Gil.

Pero por qué llega a Canarias y se establece en Fuerteventura, aún falta que estudiar para dar respuesta a la incógnita, pero este biólogo apunta intuitivamente a la tropicalización del medio marino canario: "El agua está más caliente y ha aumentado la fauna tropical, hay más especies y más abundantes y el depredador lo que hace es seguir a la presa".