Los dos drones que ha incorporado la Guardia Civil de Tráfico de Tenerife pueden poner multas desde el pasado 1 de agosto, cuando se puso en marcha la campaña especial de la Dirección General de Tráfico (DGT) por las vacaciones veraniegas. Los Matrice M200 cuestan entre 5.000 y 8.000 euros -con cámara incluida- y estarán en la Isla durante la primera quincena de este mes, para posteriormente pasar a Gran Canaria hasta final de mes. Entre septiembre y octubre se espera que cada provincia cuente con un dron de manera permanente, según explicaron ayer los responsables del operativo con estos guardias voladores en una demostración en la dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife.

En estos primeros días se han utilizado de forma disuasoria en puntos conflictivos como pueden ser la carreta de Los Loros, en Arafo, o La Chiquita, en Guía de Isora, donde los vecinos llevan tiempo denunciando carreras ilegales y permanentes infracciones que ponen en riesgo la seguridad de los residentes. La policía ha comprobado que una vez los conductores detectan la presencia del dron, el número de infracciones se reduce notablemente. A parte de estas carreteras problemáticas, los drones controlarán principalmente las autopistas del Norte y el Sur y las vías en que confluyan distintos tipos de usuarios (coche, moto, peatón, guaguas, bicicletas, etc.), como puede ser la TF-11, que une Santa Cruz y San Andrés.

Así funcionan los drones

Cada dron está manejado por dos personas que trabajan desde el mismo puesto de mando: el piloto, que se encarga de manejarlo, y el operador de cámara, que se encarga de grabar y sacar las imágenes. Ambos están instruidos para ello y pertenecen al cuerpo de la Guardia Civil. Existen dos maneras de establecer las multas: una patrulla a la que se le comunica la infracción desde el puesto de mando y que procede a notificar la infracción al conductor o bien remitir las imágenes a la jefatura de tráfico para iniciar el expediente sancionador.

Estos drones aún no incorporan cinemómetros, los dispositivos capacitados para medir la velocidad, por lo que las infracciones punibles serán las referentes al uso del móvil, los adelantamientos irregulares o el cinturón de seguridad. Aparte de las funciones de vigilancia, servirán para la reconstrucción de accidentes de tráfico, el control de grandes eventos o las situaciones de emergencia en espacios naturales de difícil acceso. Es una tecnología muy nueva y el tope de sus posibilidades está aún por explorar.

Canarias se convierte así en la primera comunidad autónoma de España en que estos drones sirven para tramitar expedientes sancionadores, tanto administrativos como penales, en las carreteras. Existen otros nueve ejemplares repartidos por el territorio nacional, pero simplemente realizan funciones de vigilancia, ya que no cuentan con la homologación necesaria. El Archipiélago ha sido la región elegida para comenzar a usar esta tecnología porque no cuenta con una base fija de helicópteros de la DGT y porque las condiciones orográficas y la facilidad de transporte lo permiten.

Más drones en el futuro

Pablo Calvo, jefe provincial de Tráfico de Santa Cruz de Tenerife, comentó ayer en la dársena pesquera que, "a medida que el resto de drones de la DGT vayan obteniendo la homologación correspondiente en el instituto meteorológico nacional, se irán repartiendo por el resto de la Península según las necesidades del servicio". Además, puntualizó que "durante el mes de agosto trabajaremos a destajo hasta que se nos haga de noche" y que "nuestro afán principal en la DGT es disminuir el número de accidentes y el número de fallecidos". "No es el afán recaudatorio, ni mucho menos, el objetivo principal", quiso matizar.

Por su parte, el teniente coronel de la Guardia Civil Laureano Martín destacó el papel de Canarias como pionera en la utilización de esta tecnología: "A raíz de la experiencia que tengamos en la comunidad canaria, iremos llevando algunas prácticas al resto del territorio nacional". También quiso poner énfasis en la idoneidad de estos dispositivos para controlar las zonas especialmente peligrosas: "La circulación en motos está muy generalizada durante todo el año y la vigilancia sobre estos vehículos no es sencilla. El apoyo de los drones en determinados puntos, como la carretera de Los Loros, donde ha habido accidentes mortales en los últimos meses, creemos que va a facilitar el control y a disminuir la siniestralidad".

25 fallecidos este año

En un principio, las infracciones que más posibilidades tienen de ser captadas son la utilización del móvil y no llevar el cinturón de seguridad, ambas muy presentes en los accidentes mortales. En Canarias, a día de hoy se han producido tres fallecidos menos respecto al año pasado, lo que supone un total de 25 muertos. En Santa Cruz de Tenerife la cifra de fallecidos asciende a trece, una persona más que el año pasado, y en Las Palmas doce, cuatro menos.

El Matrice M200

El modelo de dron que utiliza la Guardia Civil es el Matrice M200. Mide 88,7 × 88 × 37,8 cm cuando está extendido y 71,6 × 22 × 23,6 centímetros cuando está plegado. Su precio está entre los 5.000 y los 8.000 euros con cámara incluida y su peso en torno a los 4 kilos.

Autonomía

Cuenta con dos baterías que le proporcionan media hora de autonomía, mientras que el control remoto tiene una distancia máxima de transmisión, sin obstáculos y libre de interferencias, de entre 4 y 7 kilómetros.

Altura y radio de acción

Está diseñado para que en caso de perder el control el dron regrese al lugar del que despegó. La altura máxima que puede alcanzar, por imperativo legal, es de 120 metros, aunque la altura real a la que puede ascender ronda los 5 kilómetos. Tiene un radio de detección de 2 kilómetros con un potente zoom que le permite captar a los conductores dentro del habitáculo.

Pronto medirán la velocidad

Estos drones todavía no cuentan con cinemómetro, el dispositivo que mide la velocidad de un automóvil a tiempo real. Sin embargo, la Guardia Civil está trabajando para incorporarlos próximamente. Los cinemómetros funcionan de la siguiente manera: emiten una ráfaga de láseres infrarrojos hacia el vehículo. Esta luz rebota en el coche y retorna al dispositivo, que calcula cuánto ha tardado en volver la señal y establece la velocidad a la que circulaba.