La Palma ha recobrado algunas opciones de acoger el Telescopio de Treinta Metros (TMT) solo unas semanas después de que sus posibilidades parecieran desvanecerse por completo en beneficio de Hawái. Las protestas de los nativos, que comenzaron nada más iniciarse los trabajos de construcción, suscitan cada día más simpatía y recaban nuevos apoyos. Los últimos en sumarse a ellas han sido los actores Jason Momoa, Leonardo Dicaprio y Dwayne La Roca Johnson y el cantante Bruno Mars, que han prestado su respaldo -sea en persona o mediante mensajes en las redes sociales- a la lucha de la población local, que considera sagrado el volcán Mauna Kea, en el que está previsto que se ubique la instalación científica.

El propio Consorcio Internacional del TMT -del que son miembros instituciones de Estados Unidos, China, Japón, Canadá o India- ha contribuido a avivar las aspiraciones de La Palma al advertir de que será el emplazamiento alternativo a Hawái en el caso de que las obras no puedan reanudarse, aunque sería más adecuado hablar de comienzo, puesto que los trabajos apenas se habían iniciado cuando empezaron las movilizaciones. El Gobierno de Canarias no ha desaprovechado la ocasión para recalcar su disposición a albergar el telescopio. El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, señaló en una reciente visita al Archipiélago que las instituciones del país están "listas" para que La Palma tome el relevo de Hawái. "Todos mantenemos la capacidad y disposición para que, en caso de que se produzca una decisión de traer el TMT a Canarias, reaccionar y ser capaces de hacerlo en poco tiempo. Tanto el Gobierno de España, como el Gobierno de Canarias, los cabildos y ayuntamientos estamos alineados para recibir ese telescopio", afirmó Duque el pasado martes tras la reunión del Consejo Rector del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC).

"Te quiero, Hawái, y estoy contigo". Con este escueto mensaje en su cuenta de Instagram, acompañando una imagen de las protestas y junto a la etiqueta #protectmaunakea, el popular cantante hawaiano hacía público su solidaridad y apoyo con la población que trata de parar la construcción del gran telescopio en el volcán. También originario del Estado norteamericano, el actor Jason Momoa -conocido, entre otras, por sus actuaciones en la serie televisiva Juego de tronos y la película Aquaman, estuvo presente el pasado miércoles en las concentraciones y dio cuenta de ello a través de las redes sociales.

Las estrellas se movilizan

La estrella del cine de acción y comedia Dwayne La Roca Johnson optó también por participar personalmente en las movilizaciones para pedir que se detenga el proyecto de construcción del gran telescopio y se respete un símbolo cultural y religioso para los habitantes del archipiélago del Pacífico. En cuanto a Leonardo Dicaprio -que se define en sus redes como actor y ambientalista-, ha difundido en Instagram un mensaje que, encabezado por la leyenda "SOMOS MAUNA KEA", reclama proteger la montaña sagrada del "imperialismo científico" y critica con dureza la actitud de las autoridades hawaianas.

Las de estas celebridades son las muestras de respaldo más llamativas que ha obtenido el movimiento que se opone a la ejecución del TMT en el Mauna Kea, pero no las únicas. Algunas de ellas proceden, incluso, de la propia comunidad científica. Así, unos 500 astrofísicos han publicado una carta en la que piden que no se criminalice la protesta de los nativos hawaianos y demandan respeto para sus convicciones espirituales. De Canadá, uno de los países representados en el consorcio internacional que promueve la ejecución del telescopio, han surgido también voces críticas con un proyecto que entra en contradicción con la cultura indígena y ha supuesto la declaración del estado de emergencia en Hawái, aunque el carácter pacífico de las protestas ha aconsejado al Estado norteamericano a retirarla. La intensidad de las movilizaciones han llevado al presidente de la Universidad de Hawái, David Lassner, a dimitir como jefe del sistema universitario tras recibir recriminaciones de profesores, personal auxiliar y estudiantes después de la detención de docenas de opositores al telescopio. Según señaló tras difundir su renuncia, ha vivido alguno de los días "más difíciles" de su presidencia, "comenzando con los desgarradores arrestos en la montaña".

Las movilizaciones han seguido a una larga batalla legal, que concluyó en octubre de 2018, cuando la Corte Suprema del Estado de Hawai dictaminó que el permiso de construcción del TMT era válido. La montaña es la más alta del archipiélago. Aunque en las laderas del volcán ya se ubican otros observatorios e instalaciones científicas, su cima es un símbolo sagrado para la cultura tradicional hawaiana.

Con un presupuesto que ronda los 1.400 millones de dólares y un plazo aproximado de construcción de diez años, el telescopio de treinta metros será el instrumento de observación más potente de la historia, con una resolución de imágenes hasta 12 veces más nítida que las obtenidas con el telescopio espacial Hubble. Esto permite adentrarse más en el tiempo y conocer mejor los orígenes del Universo, entre otros estudios.

¿Hay vida en otros planetas?

El TMT podría ayudar también a responder la pregunta de si el ser humano está solo en el Universo. Permitirá medir las atmósferas de planetas del tamaño de la Tierra en zonas habitables alrededor de otras estrellas y comprobar si tienen agua y moléculas derivadas de actividad biológica.

Mientras se desarrolla la polémica, La Palma, considerada desde un primer momento la segunda opción, espera su oportunidad. Cuando, a finales de junio, el Consorcio Internacional del TMT obtuvo la autorización definitiva para construir en la montaña de Mauna Kea, los trámites para ejecutar el proyecto en el Roque de los Muchachos se encontraban próximos a su final, solo pendientes de la emisión de un informe del Cabildo sobre la cesión del los terrenos al IAC.

Pese a todo, el director del Instituto Astrofísico de Canarias, Rafael Rebolo, ha advertido de que, en caso de que finalmente el TMT supere las dificultades que afronta ahora en Hawái y no se instale en las Islas, el organismo al frente del que se encuentre luchará por conseguir otro más potente aún. En declaraciones a EL DÍA, Rebolo declaró que, junto a otras instituciones, el IAC trabajará para que en un plazo de entre diez y quince años Canarias pueda contar con aparatos todavía más avanzados que el telescopio de treinta metros.