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Análisis

Preadolescentes, los grandes olvidados de la televisión

Los canales tradicionales ya no ofrecen contenido para chavales entre 10 y 14 años - "Son un grupo muy complicado de complacer", dice el profesor Javier Pérez

La forma de consumir televisión ha cambiado. SHUTTERSTOCK

Son una parte de la población que parece olvidada en las pantallas tradicionales. Los preadolescentes han desaparecido de las parrillas televisivas y ya no son carne de Club Disney o Megatrix. Jordi Cruz ya no copa las mañanas de sábado con sus manualidades más creativas y 'La banda del patio', de seguro, ya terminó la universidad y entró de lleno en el mundo laboral. 'Shin Chan' ya no muestra sus vergüenzas en la tele mientras la familia da buena cuenta de la comida, o incluso 'Los Simpson' han quedado relegados a un segundo plano más de 30 años -y sus temporadas correspondientes- después. La vida televisiva del niño entre 10 y 14 años está en otra parte, pero ¿dónde?

La generación táctil sigue nutriéndose de contenidos pero desde otro lugar. "Internet ha modificado de manera significativa la forma de acceder a la información. Los consumidores disponen de un catálogo sin fin de contenidos gratuitos, disponibles mediante distintos dispositivos y con numerosas posibilidades de interacción. La capacidad de relación entre los usuarios en el espacio digital ha abierto múltiples oportunidades para la creación colectiva y para la constitución de comunidades", señalan en el estudio 'Información política en los vídeos que son tendencia en Youtube en España'. Porque es ahí, en la gran red, donde está la clave de todo.

GENERACIÓN TÁCTIL

La generación T o generación táctil, también llamada generación tecnológica o generación alfa, es la cohorte demográfica que sigue a la generación Z o posmilenial. La generación táctil nace en torno al año 2010 y se prevé que acabe en 2025, aunque esta fecha es pura especulación. El término generación táctil tiene su origen en las tecnologías con pantalla táctil. Fue acuñado en torno a 2012 para designar a la generación que en ese momento estaba en pleno desarrollo educativo y así poder ver qué la diferenciaba de otras generaciones y qué retos enfrentan los sistemas educativos a la hora de formarlos.La generación táctil designa a un grupo por un comportamiento de hecho y no por una serie de características aisladas.

En palabras del Doctor en Comunicación y profesor en la Facultad de Ciencias Socialers y la Comunicación de la Universidad Europea de Madrid, Javier Pérez, "el presidente de HBO dijo que su principal audiencia tiene justo 15 años. Ahí es donde están los preadolescentes". Según el analista en televisión, "están en las plataformas que tienen contratadas sus padres y ellos mismos se han convertido en usuarios principales de las mismas". Según el análisis televisivo de Barlovento Comunicación, "los niños de 4 a 14 años navegan algo más de un cuarto de hora diario en Internet, mientras que los de 15 a 24 años navegan un promedio de casi tres horas", un dato que se pone frente al del consumo televisivo, en el que "el grupo infantil desciende de 2 horas y 25 minutos en 2017 a 2 horas y 11 minutos, una merma de 14 minutos menos, casi el 10%, en 2018. Los jóvenes pasan de 2 horas y 2 minutos a 1 hora y 50 minutos, una merma de 12 minutos menos, el 10% menos en 2018".

Cultura propia

"Youtube y las redes sociales, por ejemplo Instagram con IGTV, también están encabezando el consumo de estos preadolescentes. De hecho, son los seguidores, el público más fiel, de los youtubers más conocidos a nivel mundial. Digamos que ya no consumen la televisión tradicional", desgrana Pérez, que además dice que "hay un salto que no se debe a un rechazo generacional, como pasa con la gente joven -generación Z-, que no lo consumen porque no está de moda, sino que la generación táctil tiene su propia cultura donde los contenidos se buscan en plataformas o las redes sociales de una manera natural, lo llevan en la propia naturaleza".

"Los preadolescentes no suponen interés económico fuerte para las televisiones por las limitaciones que regulan la ley publicitaria"

Javier Pérez - Doctor en Comunicación

Aunque no todo depende de un fenómeno cultural. Los propios canales generalistas han dejado de lado la programación infantil y juvenil para relegarla a canales especializados y a causa de las estrictas leyes de menores en el sector audiovisual que traen consigo que sean un segmento de edad donde la publicidad es más complicada y son las plataformas las que se encargan de ofrecer contenidos específicos para ellos. "La televisión está intentando luchar una guerra con la gente joven desde hace mucho, pero ese grupo de edad exactamente es complicado por las limitaciones que regulan la ley publicitaria. Es difícil que sea un 'target' comercial, todo lo contrario que pasa con la gente joven, que es más atractiva en este sentido. Sí hay esa lucha de las televisiones de intentar recuperar ese espectador, pero los preadolescentes no suponen interés económico fuerte y, además, las parrillas han centrado todo en los canales especializados infantiles. También hay que sumar que es un grupo poblacional muy complicado de complacer", sentencia Pérez, que añade que "no son niños, que tienen contenidos en canales como Clan o Boing que se adaptan perfectamente a ellos. Disney Channel sí tiene contenidos preadolescentes pero principalmente para un público femenino".

"Para los preadolescentes, no existe esa desconexión. Ellos buscan en las plataformas, no esperan a recibir contenidos de un canal"

Según el analista televisivo, "los preadolescentes siguen viendo las mismas cosas que sus anteriores generaciones. A través de las plataformas a demanda y en Youtube hay contenidos específicos para esa edad y es curioso, porque también hay productos televisivos que en el pasado se han visto en la televisión tradicional. No existe esa desconexión de que no les guste la tele, sino que ellos ya lo buscan directamente en las plataformas, no esperan a recibirlo por parte del canal". Porque el total dominio de Internet de esta generación hace que la búsqueda de contenidos en plataformas y la red sea algo más que natural. "Su dominio es superior al de los propios padres en edades tempranas".

Control parental

Más allá de esto, la facilidad con la que la generación t se mueve por las plataformas y por Internet en general hace que sea más peligroso que lleguen a contenidos no recomendados para su edad. "Es como lo que se decían antiguamente de que los niños cuando están con los abuelos ven 'Sálvame'. Al final, si no existe el control parental no tienen un criterio de selección de contenidos", dice Pérez.

"El control de lo que los chavales pueden o no pueden ver se ha infantilizado con el tiempo", comenta Pérez

En este sentido, una investigación de la Universidad Camilo José Cela dedujo que cuando se dejan los vídeos en reproducción automática la temática se va extremando más y más. "Puedes empezar viendo dibujos y acabar con una serie muy agresiva", afirma Pérez, que hace referencia a diversos estudios y además añade que "si un niño ve muchas horas Internet sin control acaba en contenidos no adecuados. La televisión tradicional tiene un filtro legal distinto a Internet con los horarios protegidos, incluso hoy en día, contenidos agresivos y pornográficos están prácticamente desaparecidos de la televisión".Por su parte, las plataformas 'ondemand' tambén cuentan con claves para el control parental.

Por otro lado, se ha infantilizado el control de lo que los chavales pueden o no pueden ver con el tiempo. La generación millenial veía series como 'Melrose place' -con alto contenido sexual- o programas como 'Presing Catch' en los canales tradicionales y en horario matinal, algo que actualmente sería impensable. "Por culpa de las redes sociales se ha infantilizado mucho todo, hoy nos espantan contenidos que antes nos parecían normales. No creo que nadie haya salido raro por haber visto 'Sensación de vivir' de pequeño o 'Bola de dragón'. Hay una percepción de que las líneas rojas han subido de nivel, es el efecto bar de las redes, donde alguien se puede escandalizar con 'Shin Chan', algo gracioso y que no tiene malicia. Esto hace efecto miedo en las empresas que generan contenidos. Si se hacen muy blancos, en cuanto hay un pequeño matiz, horroriza".

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