Una investigación revela que el uso de aplicaciones instantáneas como WhatsApp fomenta la participación política, sobre todo el activismo, cuando se utiliza para discutir sobre la formación de un gobierno, la crisis climática o feminismo.

Alberto Ardèvol-Abreu, investigador postdoctoral de la Universidad de La Laguna (ULL), es uno de los expertos que ha trabajado en el estudio, que precisa que este efecto se da sobre todo en las generaciones más jóvenes, que "son las que necesitan más implicación porque son las que se han alejado de la política", señala en una entrevista a Efe.

Esta investigación de las Universidades de La Laguna, Jaume I y Viena, basada en datos de España, Estados Unidos y Nueva Zelanda, llega una primera conclusión: el debate político a través del WhatsApp fomenta formas convencionales de participación, como votar, ponerse en contacto con funcionarios electos o participar en una sesión de preguntas y respuestas con políticos.

Asimismo, fomenta el activismo que, según la investigación, "debería verse como una oportunidad para fortalecer el control democrático de las élites políticas y reactivar el compromiso de los ciudadanos en los procesos democráticos de toma de decisiones".

Según esta tesis, el efecto positivo de WhatsApp sobre la participación política parece ser más fuerte entre los encuestados más jóvenes lo que, en opinión de Alberto Ardèvol-Abreu, se debe a que las personas de una edad más avanzada experimentaron su socialización política en un mundo sin internet.

Esta circunstancia podría hacer a los mayores menos reactivos a la influencia de las nuevas tecnologías, resalta la investigación, que apunta que las noticias que se comparten en las redes sociales desencadenan la discusión en WhatsApp e, indirectamente, la participación y el activismo.

El estudio, que presenta WhatsApp como una fuerza de movilización para la participación convencional y activista, advierte de que esta aplicación de mensajería instantánea también podría polarizar las discusiones políticas, al crearse comunidades ideológicamente homogéneas que solo comparten y discuten información autoseleccionada.

Asimismo, sostiene que los ciudadanos usan cada vez más WhatsApp para actividades relacionadas con la política, ya que proporciona un entorno más íntimo y controlado en el que los usuarios pueden casi de forma simultánea compartir noticias, discutir de política y movilizar a otras personas.

El software de mensajería instantánea para teléfonos inteligentes ha ganado gran popularidad y aceptación en los últimos años, especialmente entre los más jóvenes, indica el estudio, en el que se señala que Whatsapp es el dominante al estar presente en 107 países de todo el mundo con más de 1.500 millones de usuarios.