En el periodo estival la intensidad del tráfico aéreo y el aumento de las huelgas parecen estar en el centro de las causas del incremento de los retrasos o cancelaciones de vuelos; pero lo cierto es que hay otros motivos "extraños" que provocan incidencias, algunos realmente fuera de lo común y otros que, por desgracia, se han vuelto demasiado habituales.

Flightright, portal internacional líder en la defensa de los pasajeros aéreos, ha recopilado algunas de las causas más extrañas que han perturbado el normal funcionamiento de aeropuertos y rutas aéreas en las últimas semanas, produciendo retrasos, cancelaciones y aterrizajes de emergencia.

Pasajeros ebrios y violentos, algo demasiado habitual

Los altercados en aviones causados por pasajeros bajo el efecto del alcohol o las drogas, cada vez más habituales, están causando numerosos problemas, sobre todo en vuelos con destino a las Islas Baleares y Canarias.

Según una reciente publicación, los pasajeros ebrios o con comportamientos violentos causan cada semana una media de tres altercados en vuelos con destino u origen en Canarias. De hecho, los ocho aeropuertos de la Comunidad Autónoma de Canarias notificaron a lo largo de 2018 a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) un total de 138 incidentes por culpa de viajeros problemáticos. Estos comportamientos inadecuados causan retrasos, desvíos y, lo que es peor, amenazan muchas veces la seguridad de los vuelos.

El pasado mes de mayo, 15 pasajeros en estado de embriaguez provocaron un altercado en un avión que cubría la ruta de Edimburgo a Palma de Mallorca, obligando a unas diez patrullas de la Guardia Civil a rodear la aeronave a su llegada al aeropuerto de Son Sant Joan, para identificar a los alborotadores y proceder a multarlos por una infracción contra las normas de seguridad aérea.

Estos problemas no se producen solo en nuestro país; hace solo unos días, el pasado 15 de julio, en un trayecto entre Manchester y Croacia operado por Ryanair que se ha calificado en los medios como "vuelo del infierno", los pasajeros ebrios fueron grabados vomitando en los pasillos, gritando y cantando durante las tres horas de viaje. El vuelo se retrasó debido a los conflictos entre los pasajeros ebrios y aquellos que cuestionaban su actitud en el interior del avión. Hubo tantos incidentes que la tripulación tuvo que llamar a la policía, que esperó a los viajeros más conflictivos a su llegada al aeropuerto croata de Zadar.

Pero el alcohol y los malos comportamientos, no son las únicas causas "extrañas" que provocan retrasos, cancelaciones o desvíos; algunas otras que se han producido recientemente son:

Una pasajera abre la puerta de emergencia

El pasado 10 de junio, el vuelo PK702 de la compañía aérea Pakistan International Airlines, que cubría el trayecto Manchester-Islamab, sufrió un retraso de casi ocho horas después de que una pasajera abriera la salida de emergencia en lugar de la puerta del baño. Las puertas de la aeronave estaban cerradas cuando la pasajera abrió la puerta trasera del avión en el lado izquierdo, lo que provocó la activación del protocolo de emergencia y la evacuación de todo el pasaje.

Amenaza de bomba falsa de un niño de 11 años

Un vuelo con salida el pasado 3 de julio desde Fuerteventura con destino Santiago de Compostela sufrió un retraso de varias horas debido a una "broma" de un niño de 11 años que escribió una nota que amenazaba con hacer explotar el aparato e iba firmada por "el terrorista". La amenaza de bomba llevó a desalojar el vuelo e investigar la autoría por la policía.

Tripulante de cabina indispuesto

El vuelo número 1293 de la compañía Vueling, que cubría el trayecto entre A Coruña y Barcelona, partió de Alvedro el pasado sábado 13 de julio con más de cinco horas de retraso tras la indisposición de un tripulante de cabina, que tuvo que ser sustituido, tal como indica el cumplimiento de las normas de seguridad y servicio de la empresa.

Expulsados por comentarios racistas

El pasado 14 de julio, un vuelo entre Turquía e Inglaterra sufrió un retraso de casi una hora y media debido a los comentarios racistas de una pareja de pasajeros hacia otros. Una pasajera británica tuvo que ser expulsada del vuelo de Thomas Cook que volaba hacia el aeropuerto de Londres Gatwick por sus comentarios "racistas" hacia unos viajeros musulmanes que se encontraban en el mismo avión. Los turistas británicos que regresaban a Londres llamaron a los hombres terroristas y exigieron que fuesen expulsados del avión. El resto de pasajeros del vuelo reprocharon a la pareja su actitud, tachando de "repugnantes" sus comentarios.

Colisión con un ave

Y, por último, no nos queremos olvidar, del que parece ya un clásico en la navegación aérea, el choque de un pájaro. El pasado 11 de julio, un vuelo de la compañía Volotea entre Alicante y Bilbao sufrió 12 horas de retraso debido a que el aparato, que salió de Nantes hacia Alicante, chocó con un ave y esto le obligó a regresar al aeropuerto francés.

Los derechos básicos en el aeropuerto

"Ante retrasos o cancelaciones motivados por causas ajenas a las compañías aéreas y ciertamente extraordinarias, los pasajeros afectados no tendrían derecho a una indemnización, pero sí están cubiertos por una serie de derechos básicos en el aeropuerto. Es importante que los conozcan y los soliciten", subraya Laure Marc Martínez, responsable de Comunicación Internacional de Flightright. Estos son los derechos que refleja la normativa europea en el Reglamento 261/2004:

  • Transporte. Tras más de 5 horas de retraso, la compañía aérea debe ofrecer un medio de transporte alternativo. Para destinos nacionales, puede ser en tren o autobús.
  • Manutención. La compañía aérea debe proporcionar comida y bebida a los pasajeros afectados por retrasos superiores a 2 horas.
  • Alojamiento. Si el vuelo se cancela o se retrasa hasta el día siguiente, la compañía aérea debe hacerse cargo del alojamiento de los pasajeros en un hotel, así como del transporte de ida y vuelta a éste.
  • Comunicación. La compañía aérea debe ofrecer a los pasajeros afectados la posibilidad de comunicarse con sus allegados, bien por teléfono, por fax o por email.