El director de la Fundación Telesforo Bravo, Jaime Coello, denuncia el uso irregular que algunos ciclistas, motoristas o conductores de quads realizan de senderos que pasan por espacios naturales protegidos de Tenerife. Coello comenta que una parte de los ciclistas que efectúan descensos utilizan caminos que discurren por parajes donde existe expresa prohibición para el desarrollo de dicha modalidad deportiva.

Este responsable de la entidad defensora del medio ambiente señala que, en ocasiones, esa medida también se extiende a pilotos de motos o jinetes de caballos, por ejemplo. Coello advierte de que, con el paso de tales vehículos o animales, los caminos se degradan con más facilidad y se erosionan, generando "pequeños cauces" y esa circunstancia afecta a todo el espacio con el paso del tiempo. Alerta de que los caminantes no provocan, ni de lejos, ese nivel de afección.

Para el portavoz de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, hay lugares donde la situación resulta todavía más grave, ya que los ciclistas se desplazan "campo a través", con lo ya no solamente dañan la ruta, sino que también pueden dañar a la fauna o la flora de un determinado enclave.

Explica que un caso preocupante se produce en el Volcán de las Arenas, en el término municipal de Arafo, que data de 1705, donde se registró una de las últimas erupciones de Tenerife. Coello dice que en tal enclave "el material volcánico es muy reciente y, al circular vehículos de dos ruedas, se causan grandes "rodadas y el deterioro medioambiental y paisajístico es enorme".

Implicación de la Federación

Para el representante de esta entidad, la Federación Canaria de Ciclismo tiene que implicarse para ayudar a resolver el actual problema y buscar lugares apropiados para la práctica de tales descensos. Coello señala que algunos de los ciclistas de descenso argumentan que, como se les ha cerrado el área de Mesa Mota (La Laguna), donde supuestamente entrenaba una parte de ellos, ahora deben buscar lugares alternativos.

"Pensamos que esa petición de espacios adecuados para practicar debe hacerse a las autoridades responsables de ayuntamientos o el Cabildo, pero no pueden hacer pagar al Medio Ambiente por esta circunstancia", aclara este nieto de Telesforo Bravo.

Jaime Coello indica que, en el caso de pilotos de motos de enduro, a veces transitan por lugares de gran importancia geológica en el Sur de Tenerife, como es el caso otro espacio natural protegido, como es el caso del monumento natural de Los Derriscaderos, situado en el municipio de Granadilla de Abona. Señala que tales vehículos pasan por áreas de roca muy blanda y que se erosiona con gran facilidad. Como sendero muy afectado por el descenso de bicicletas, menciona el que discurre por Chivisaya-Orticosa, en los altos del término municipal de Güímar.

Sendas muy afectadas

Otro ejemplo se produce entre el bosquete de Los Sanguinos y la zona de La Corujera (en el municipio de Santa Úrsula), donde la huella del paso de las bicicletas es evidente, según un vídeo grabado por senderistas en la zona. En las imágenes se aprecia una especie de "barranquera" supuestamente generada por algunos ciclistas con el paso del tiempo.

Coello manifiesta que "sabemos que el área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife ha creado un protocolo para evitar estos episodios, pero es difícil de aplicar si los usuarios de los espacios no asumen que hay que acatar las normas" para que algunos parajes continúen manteniendo su actual configuración.

Recuerda que "hay un problema de convivencia entre ciclistas y senderistas", ya que puede llegar a producirse un incidente de seguridad serio o un accidente. El portavoz de la Fundación Telesforo Bravo señala que "ya se ha habido algún conflicto" verbal, ya que algunos ciclistas circulan a gran velocidad.

A través de la red social Facebook, un supuesto usuario de bicicleta afirmó que "si para cumplir las normas tenemos que dejar de practicar nuestro deporte, que esperen sentados". Coello aclara que "no estamos en contra de esta práctica deportiva, pero debe desarrollarse en los lugares adecuados, donde no se ponga en riesgo los valores medioambientales de un espacio protegido".

El director de la referida Fundación explica que para eso están las pistas destinadas al tránsito de vehículos, pero no los senderos en espacios protegidos. Por ahora, reconoce que "hay cierta impunidad para frenar estas irregularidades, ya que es complicado vigilar todo el territorio". Y a esta evidencia añade que la plantilla de agentes de Medio Ambiente de la corporación insular es reducida y sus medios, escasos.