El Hospital Universitario de Canarias (HUC) cerrará 56 camas hospitalarias entre los meses de julio y agosto para la realización de obras de mejora y rehabilitación de habitaciones de ingreso de un centro hospitalario que fue inaugurado en 1971 y que, según explica la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, precisa de actuaciones para continuar ofreciendo confort a los usuarios. El cierre de las camas se distribuirá entre los dos meses estivales, de tal manera que en julio serán 31 camas menos y en agosto, 25.

Mientras, Intersindical Canaria (IC) alerta de que el cierre de plantas en los hospitales canarios supone un grave riesgo para la prestación de los servicios sanitarios en las Islas llegando a provocar un posible colapso en áreas como Urgencias. En 2011, este sindicato ganó una denuncia presentada contra el que fuera gerente del Hospital Universitario de Canarias al decretar un cierre fulminante de camas dejando el centro en mínimos para la atención sanitaria.

En esta ocasión, el sindicato señala que como viene siendo costumbre, la Consejería de Sanidad opta por el cierre de camas para llevar a cabo obras y mejoras en las instalaciones. "Un año más somos testigos de las maniobras que la Consejería de Sanidad realiza para encubrir el cierre parcial de plantas en los hospitales alegando la puesta en marcha de obras", puntualizó Catalina Darias, portavoz del Nacional de Salud de Intersindical Canaria. Una circunstancia que para Darias es de una absoluta "gravedad" ya que carece de una planificación anual acorde a los servicios y al personal sanitario en plantilla.

"Curiosamente llega el verano y se cierran camas, a esto se unen las vacaciones del personal y las contrataciones a la baja lo que nos deja con un nivel de asistencia precario", añadió la portavoz de IC.

Según confirma este sindicato "en estos momentos y solo en el HUC se llevará a cabo el cierre de 60 camas". Darias apunta a que "una vez más el HUC es uno de los centros más castigados por la toma de decisiones de este tipo. Parece que se olvidan de que este es el centro de referencia para todo el norte de la Isla y para La Palma, por lo que contar con menos camas solo va a generar molestias" a los pacientes y usuarios.

En Gran Canaria, destaca la situación del Hospital Universitario Doctor Negrín que sufrirá el cierre de dos unidades, una por obras y la otra por decisión de la gerencia del centro. Según el sondeo realizado por IC en los centros hospitalarios de Canarias, el total de camas que se verán inhabilitadas por la realización de obras y mejoras superará este verano las 200.

La Consejería de Sanidad señala que este año son dos plantas las que se renovarán totalmente, aunque de forma escalonada en un centro hospitalario que cuenta con 700 camas. En el mes de julio se llevará a cabo la obra en la sexta planta par (31 camas) y en el mes de agosto será en la tercera impar (25 camas).

La Consejería explica que con el fin de conciliar el derecho a las vacaciones del personal e intentar disminuir la actividad lo menos posible, está previsto contratar 402 profesionales para las sustituciones de verano. La previsiones contemplan la realización de un total de 210 cirugías más (5,6%) entre el 15 de julio y el 13 de septiembre con relación al mismo período del año anterior, así como un incremento de un 10% en el número de pruebas diagnósticas y de un 4,5% en el número de contrataciones o ampliación de contratos cubriendo así el Plan de Vacaciones.

Por su parte, el Sindicato de Enfermería Satse ha criticado a las distintas administraciones sanitarias públicas de las comunidades autónomas que utilizan todos los años como "chivo expiatorio" el argumento de que "la gente se va de vacaciones" para cerrar camas y servicios, además de no suplir adecuadamente a las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas en los centros, lo que conlleva un menor número de ellos para atender adecuadamente a los pacientes y ciudadanos.

En este sentido, la organización sindical lamenta que, en lugar de aprovecharse el verano para seguir trabajando en la reducción de las listas de espera, estas se incrementan aún más al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes. "Seguir afirmando que no cierran camas, sino que adecuan la oferta asistencial a la demanda o simplemente decir que no están cerradas sino en reserva es un insulto a la inteligencia de cualquiera. Se trata, ni más ni menos, de ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta", manifiesta el sindicato.