canarias

3,3% de empleo en industria. El potencial manufacturador es su punto débil, debido fundamentalmente a su posición geográfica con respecto al resto de mercados.

0,340 en publicaciones científicas más citadas. La puntuación es relativamente normal dentro de España. Denota una alta calidad de la ciencia que se hace en la región.

9,2% crece en el índice de innovación. El Archipiélago ha sido la región que más ha aumentado su índice en los últimos dos años. Logrando el mayor avance de toda España. Desde que comenzara la serie en el año 2011, las Islas han sufrido varios vaivenes, como consecuencia de la crisis económica. En el año 2017, obtuvo su peor puntuación de rendimiento en innovación. Hoy Canarias es considerado una región modesta pero pujante.

país vasco

20,5% de empleo en industria. La comunidad autónoma destaca por ser una de las regiones que más esfuerzo dedica a la manufactura. Se coloca al nivel de los países más industrializados.

0,483 en publicaciones científicas más citadas. La puntuación, aunque más alta que la de Canarias, no se diferencia demasiado. Es de las más altas de España.

3,3% crece en el índice de innovación. País Vasco no ha dejado de aumentar su puntuación en el ranking europeo desde que se empezó a evaluar este índice en 2011. Desde entonces ha crecido un 8,8%, con una media de crecimiento anual del 2%. La Comisión Europea considera que País Vasco es una región con un potencial innovador moderado que se sustenta en un rendimiento sostenido.

Canarias ha sido la comunidad autónoma española que más ha crecido en su potencial innovador en los últimos dos años. El Archipiélago ha logrado crecer en un valor muy superior al de la mayoría de regiones europeas, llegando a aumentar en un 9,2% su índice de innovación con respecto al año 2017, y un 3,6% desde que comenzara la serie en 2011. Un desarrollo que tan solo han experimentado en mayor o igual medida otras 36 de las 238 regiones europeas.

Así lo constata el Índice de Innovación Regional 2019 (RIS), publicado por la Comisión Europea con el fin de actualizar los datos de 2017. Un informe en el que se puede percibir que los esfuerzos de las instituciones del Archipiélago durante los últimos años han dado sus frutos logrando un nivel de innovación que ha afianzado su salida de cola nacional. Un lugar al que había estado relegada durante los años de la crisis.

La potenciación de la innovación ha estado liderada en las Islas por la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ASICII), que en el 2014 se unió a los objetivos propuestos por Unión Europea e impulsó Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3) de Canarias para el periodo 2014-2020. Uno de los objetivos de dicha estrategia es justamente el "liderazgo inteligente del turismo", el sector en el que sale mejor parada nuestra región en el índice europeo. Como constata el informe, prácticamente el 80% del empleo en las Islas se integra en el sector servicios. Una cifra que está por encima de la media española (68,7%) y aún más de la Unión Europea (64,1%).

Sin embargo, el informe sigue colocando al Archipiélago en el grupo de regiones con la innovación más baja de la Unión Europea, tan solo superando a Rumanía y Bulgaria, y a algunas regiones croatas, griegas y polacas, además de Extremadura o Castilla La Mancha. Las razones para que esta situación se siga perpetuando son estructurales y obedecen a la falta de un sector industrial potente que pueda financiar desde una vertiente privada la investigación y desarrollo.

Al otro lado se encuentra País Vasco que, gracias a su mayor rendimiento en el sector industrial, logra el puesto más alto en el ranking español, colocándose a la altura de regiones como Piamonte, en Italia; las islas Åland, en Finlandia; o Luneburgo, en Alemania. La diferencia fundamental entre esta comunidad autónoma y Canarias es la participación de la industria en el empleo. Mientras los vascos se dedican en un 20,5% a los procesos de manufacturación, los canarios son muchos menos. Este índice en las Islas apenas supera el 3%, cuando las medias europeas y españolas no bajan del 12%.

"Puede parecer poco teniendo en cuenta el índice de actividad turística, pero las regiones más industrializadas no pasan del 20 o 25% de empleo en empresas manufactureras", insiste Díaz Pérez.

"Estos indicadores están muy sesgados hacia los procesos de producción porque es más fácil de medir que la innovación que se realiza en el sector servicios", indica la economista experta en innovación de la Universidad de La Laguna (ULL), Flora Díaz Pérez. "Las actividades de servicios también pueden ser innovadoras, en las Islas hay mucha innovación orientada a buscar nuevos segmentos de mercados", insiste la economista.

Aunque "el turismo es la especialidad productiva de la región", Díaz Pérez considera que, si se impulsara la industria empresarial, Canarias podría alcanzar a País Vasco. El único problema reside en que, para que haya una industria fuerte en las Islas, "deberíamos buscar un susceptor de actividad que fuera rentable y competitivo".

"Por cuestiones territoriales, concretamente referentes a la distancia a la que nos encontramos de los principales mercados, los costes de transporte de cualquier producto son demasiado altos", insiste la experta. En la búsqueda de una oferta productiva que sea competitiva en calidad y precio con el resto de potencias europeas, el desarrollo tecnológico puede ser la mejor opción para Canarias. "Es un producto que no hay que transportar ni debe pasar por los aranceles de barcos y aviones", remarca.

Pero todo ello pasa por la financiación en investigación. Mientras Canarias logra unos índices muy satisfactorios en la inversión pública de la investigación -similares incluso a los de País Vasco-, se desploma en inversión privada. En las Islas, la financiación de la ciencia la propician fundamentalmente las universidades públicas, algo que se ve reflejado en su producción científica. Mientras las patentes en Canarias son inexistentes, el índice de publicaciones científicas más citadas se encuentra en la media española. El problema es que ese esfuerzo investigador no está alcanzando los mercados y, para revertir esta situación, Canarias deberá enfocar sus esfuerzos en implantar nuevas empresas dedicadas a la manufacturación porque la cabeza de la innovación está más cerca de lo que pensamos.