Las patologías que afectan al funcionamiento de la voz han sido, a menudo, poco valoradas. Una persona puede quedarse ronca después de forzar las cuerdas vocales durante días y no darle mayor importancia. Pero hay veces que la voz también necesita ser reparada.

A ello se dedica desde hace dos años la Unidad de la Voz del Hospital Universitario de Canarias (HUC), integrada en el servicio de Otorrinolaringología del centro hospitalario y compuesta por dos otorrinolaringólogos y cuatro logopedas, la consulta semanal atiende una media de 18 pacientes diarios.

La consulta la pasan cada lunes alterno, como explicó Luis Luis García, uno de los otorrinolaringólogos de la unidad, que remarcó que pronto tendrán que ampliar el número de consultas porque empiezan a acumular lista de espera. Los principales afectados por estas patologías -que no son pocas- son los niños, los profesores y los cantantes.

"Los niños que no paran de gritar tienen tendencia a desarrollar nódulos en las cuerdas vocales", afirmó el experto. Los nódulos son como "cayos" que se forman al chocar una cuerda contra otra fuertemente. "Con el tiempo, esto genera que se endurezcan, cuando deberían ser gelatinosas, y se formen esos nódulos", afirmó García.

Parte de este problema es heredado. "Vemos que los niños aprenden a hablar igual que sus padres o madres", insistió el especialista que, a su vez, afirmó que existe una "escasez de conocimiento sobre la voz". "Si la herramienta de trabajo de una persona son las cuerdas vocales, como en el caso de un cantante, un profesor o un locutor, debe aprender a hablar, respirar e hidratarse adecuadamente", remarcó.

En este sentido, el experto recordó la importancia de tomar mucha agua, pero hacerlo en pequeñas cantidades. Porque, como advierte, si la toma de agua se hace en ingentes cantidades puede provocar acidez al acumularse en el estómago, lo que también tiene consecuencias en las cuerdas vocales. Los profesionales también recomiendan, para evitar estas patologías, descansar correctamente, no hablar en ambientes con ruido, no carraspear, descansar la voz diez minutos tras una hora de uso y evitar caramelos y chicles de menta así como no abusar del té, café y chocolate, entre otros.

El objetivo de esta unidad, única pública en Canarias, es el diagnóstico y el tratamiento de las distintas patologías de la voz que producen disfonía, tanto las orgánicas (nódulos, pólipos , sulcus) como las funcionales (parálisis de las cuerdas vocales).

Para ello el especialista y la logopeda realizan una primera valoración y pruebas de diagnóstico como la nasofibroscopia, la estroboscopia o un análisis acústico de la voz para ver si quiere de una cirugía o de rehabilitación logopédica. Esta colaboración entre profesionales es fundamental. De hecho, en muchas ocasiones es posible resolver la patología tan solo con ayuda logopédica.

La principal prueba diagnóstica es la estroboscopia. Se trata de una prueba mínimamente invasiva que permite observar el movimiento lento de las cuerdas vocales y de su mucosa, permitiendo identificar lesiones que ocasionan los trastornos de la voz.

Menos cirugías

Los dos años de puesta en marcha de esta unidad han demostrado que tiene beneficios tanto para los pacientes como para las cuentas públicas sanitarias. Porque con el tratamiento especializado en las patologías que afectan a las cuerdas vocales se ha logrado reducir considerablemente los casos que se solucionan sin pasar por quirófano. "Los tratamientos logopédicos corrigen un alto número de casos de nódulos", incidió Luis García. No obstante, aún hay patologías que deben enfrentarse a la cirugía como son los pólipos.

Expansión a otros centros

Próximamente, las unidades de voz empezarán a ser más usuales en los hospitales de Canarias. Según constatan los profesionales, ya se está trabajando para que los pacientes de la provincia oriental puedan beneficiarse también de este servicio.