Fue la nota que compartieron nuestros cinco estudiantes en la fase general de la EBAU . Si se une la específica, donde repitieron las calificaciones extraordinarias, los expedientes son de excelencia.

Carla, José Manuel, Alba, Óscar y Gabriela. Por estricto orden de aparición a la cita concertada en el santacrucero parque La Granja. Forman la generación de 2001 y a sus 18 años -salvo Gabriela, que tiene 17 y cumple la mayoría de edad en agosto- acumulan más dieces que nadie. Porque ellos han obtenido las mejores notas de la ULL en la EBAU del pasado mes de junio. Tres van a optar por la carrera de Medicina -el coco por la nota de corte que han superado todos con creces-, dos en la ULL y una en Pamplona. Otro, Óscar, se ha decantado por el doble grado, en pañales en Canarias pero ya desarrollado en otros lugares del estado como Madrid y la Complutense, donde lo cursará. Por último, Gabriela, como el resto, ha elegido lo que le gusta: Diseño Gráfico en la Facultad de Bellas Artes de Guajara.

Hay ciertos prejuicios sobre los alumnos con notas tan extraordinarias. Se vienen abajo de entrada con la apariencia física y mucho más con una primera aproximación a lo que piensan. Chicos muy normales, deportistas, amigos de sus amigos y de disfrutar de su verano tras un curso duro. Lo merecen.

Algunos se conocían de antes. Por ejemplo José y Óscar son colegas hace tiempo y tiene amigos comunes. Y José también coincidió con Gabriela en la práctica de un deporte común: el baloncesto.

Gabriela conocía a José por su afición común. Ambos y Alba ya estuvieron juntos en una de entrevista con medios de comunicación. Muchas concertadas y pocas realizadas porque no ha resultado nada fácil juntarlos a todos. De hecho, Óscar estaba recién llegado de unos días en la isla de La Gomera.

La que no era conocida ni conocía a ninguno era Carla porque ella viene, al contrario que los demás, residentes en La Laguna o Santa Cruz, de un instituto de pueblo, en este caso de Tejina. Llego con su madre, María Ángeles, profesora de Bachillerato.

Rápidamente hubo conexión. A fin de cuentas los cinco son compañeros de expediente académico. De expediente académico brillante, se entiende.

Los chicos, aún reconociendo que no tienen posibilidad de comparar porque no conocen cómo han sido las pruebas en otras comunidades autónomas, tienen una opinión muy clara cuando se les cuestiona sobre si, tal y como se ha denunciado en redes sociales y en algún artículo de prensa, es más fácil a EBAU, la antigua selectividad, en Canarias: "Eso no es cierto y en todo caso matizable porque no depende tanto de la prueba como tal sino de los temarios para los que nos hemos preparado y de todo el proceso anterior. Si es tan fácil que nos copien en este aspecto".

Incluso Óscar se atreve a sentenciar: "Si me ponen un examen de Matemáticas de Castilla y León estoy seguro de aprobar. Otra cosa es que se tratara de Lengua o Historia. Estas materias son iguales pero los temarios distintos".

José Manuel subraya: "Un alumno se adapta siempre a los contenidos de su centro de estudio".

Precisamente, valoran que "hay rasgos culturales diferentes que entran en juego a la hora del examen. Por eso es complicada una única prueba a nivel de todo el estado. Habría que dejar muy claro de qué y cómo se examina".

Y José Manuel aporta otro factor: "El idioma ya marca una diferencia muy importante. No sólo en Cataluña, País Vasco o Galicia. Ahí está por ejemplo el valenciano. Nosotros ya partiríamos con desventaja solo por eso".

"Es sencillo comparar exámenes, apunta, por su parte, Gabriela, pero hay que ir más allá. Se trata de temarios diferentes y cada comunidad se adapta a lo que se ha dado en las clases durante el año".

En general no se muestran contrarios a una única prueba para todo el país como si fuera una prueba de oposición pero, insisten, dejando bien claro los ternarios y esas diferencias entre unos territorios y otros.

Gabriela vuelve a terciar: "Está bien si fueran totalmente unificados, y bien aclarados antes de la prueba, el criterio y los temarios pero hay que tener en cuenta todo lo anterior, esas diferencias entre comunidades porque ahí está el quid de la cuestión".

Muestran un sentimiento común; el orgullo por haber conseguido esas notas extraordinarias. Y lo achacan, también con un sentido grupal, al esfuerzo y al trabajo para el que han encontrado premio con los resultados finales.

Los cinco se marcharon juntos, ya más que como simples estudiantes con una notas de excelencia, como conocidos y casi amigos. Juntos fueron a la foto oficial a la que estaban convocados un rato más tarde para la página web de la Universidad de La Laguna.

Tendrán pronto una nueva cita común. Será el martes día 9 a las 17:00 horas en la Facultad de Económicas donde recibirán un reconocimiento junto a otros 60 estudiantes con las mejores notas. Ellos son los mejores de la EBAU.

Distintas procedencias y similares itinerarios

Tres de los cinco terminaron la Secundaria en centros públicos. Carla en el IES Doctor Antonio González de Tejina (antes estudió en el colegio San Bartolomé); José Manuel en el IES El Chapatal, muy cerca de donde reside -sólo hizo Bachillerato y antes estuvo en la Pureza de María de Santa Cruz- y Óscar en el IES Teobaldo Power. Dos, Alba y Gabriela, estudiaron en colegios concertados. La primera en el Hispano Británico de La Laguna desde 4º de la ESO ya que antes estuvo en otro concertado, el Virgen del Mar. Gabriela lo acabó en el capitalino La Salle San Ildefonso. Coincide asimismo el itinerario curricular, Ciencias de la Salud, salvo la excepción asimismo de Gabriela que hizo el Tecnológico con pruebas específicas en Fisica, Química, Dibujo Técnico y Diseño. En estas dos últimas, las asignaturas que le cuentan para estudiar Diseño Gráfico en la Facultad de Bellas Artes de la ULL, su próximo destino lectivo, sacó sendos diez. Por eso tiene la mejor entre las mejores notas. Óscar, por su parte, combinó ambos porque "solicité Química en el primero y por falta de demanda no la pude cursar en 1º de Bachillerato; en 2º hice Ciencias de la Salud y recuperé luego Biologia".