A lo largo de 2018, 59 personas perdieron la vida en puntos costeros de Canarias y, en menor proporción, en piscinas, lo que supone una reducción de un 41% respecto a 2017, en el que la cifra ascendió hasta los 93 fallecidos. Así lo desvela el III Mapa de Accidentes Acuáticos de Canarias 2018, que se realiza desde hace tres años a partir de los datos recopilados de fuentes oficiales.

Pasar por alto las advertencias de bandera roja, acudir a playas sin vigilancia o fuera de horario de los servicios de socorrismo y las corrientes de retorno, son las tres principales causas de fallecimientos. De ellas, la imprudencia es siempre la primera razón, tal y como ha confirmado Sebastián Quintana, autor del estudio. "La primera causa es no hacer caso a la bandera roja", comenta.

"Desde hace cuatro años, hemos estado dando charlas de prevención por los centros escolares desde primaria y por las dos universidades canarias. Yo siempre hago un sondeo pidiendo que levanten la mano aquellos que se bañan aún viendo una bandera roja en la playa. El 85% admite bañarse bajo esas condiciones". El experto advierte que ello equivale a un 80% de las muertes.

En total, Canarias cuenta con 600 puntos costeros en los que nos podemos dar un baño. Algunos de ellos están señalizados y presentan información sobre las condiciones marítimas, mientras que otros carecen de cualquier tipo de indicaciones. En esos casos, Quintana apela al sentido común: "si ves que hay corrientes, viento y olas, no hace falta que haya una bandera roja para decir 'no me meto aquí'", pero añade "desgraciadamente eso no se produce".

El segundo motivo es bañarse en playas donde no hay vigilancia o los servicios de salvamento han finalizado su horario laboral. "Te vas a la playa de Melenara y ves que a las seis de la tarde el socorrista cierra la puerta pero que la playa está llena de gente y con un montón de personas dentro del agua", asegura preocupado.

El desconocimiento frente a cómo actuar en corrientes de retorno figura como la tercera causa más frecuente. Quintana explica que, cuando un bañista se ve inmerso en una de estas corrientes, "nada pero se ve arrastrado mar adentro", situación que le lleva a "entrar en pánico y lo más normal es que sobrevenga una pérdida de conciencia o un infarto que, cuando se produce en el agua, provoca la muerte en un minuto".

"De cada diez fallecidos, ocho son extranjeros de hasta 35 nacionalidades", reconoce. Respecto al fenotipo, "es un varón de entre 50 y 80 años que se baña en playas en horario de tarde".

Con el fin de concienciar sobre los peligros que conlleva el mar y evitar que las personas pierdan la vida, se ha lanzado la Campaña Audiovisual Canarias, 1500 km de Costa, primera iniciativa de sus características en la UE, promovida por Sebastián Quintana y auspiciada por el Cabildo.

"La campaña son 15 spots que recrean las 15 situaciones de riesgo más importantes a las que se puede enfrentar un bañista, como un niño en una piscina, el tema de los flotadores y de los selfies, el corte de digestión, las motos acuáticas, los buceadores y la bandera roja", explica Quintana.