Día intenso en el CEIP Isabel la Católica, del barrio de El Cabo, en Santa Cruz. Como en otros cientos de colegios e institutos de Tenerife y de Canarias (sobre 1.100 públicos en las islas y algo más de 500 en esta provincia). Porque ayer acababa de forma oficial el curso lectivo 2018-2019. La familia del centro educativo lo vivió con la naturalidad de una jornada más, pero también con la conciencia de que es el final de una etapa. Para algunos, como los 27 niños de 12 años de sexto de Primaria, la definitiva en un centro en el que la mayoría ha estado desde Infantil y ahora dejan para ir a Secundaria. El director, Samuel Neris, curiosamente, también acaba aquí tras una década en un cargo que le ha permitido vivir de cerca la realidad de un barrio y los resultados de la crisis económica en paralelo a la nueva dinámica metodológica que defiende.

Han sido 232 alumnos matriculados este curso. Junto a los 30 trabajadores -18 profesores, nueve personas que desarrollan su labor diaria en el comedor, dos en la limpieza y el conserje, don Salvador- más sus padres y madres -abuelos también- han vivido los avatares cotidianos desde el ya lejano, aunque ha pasado muy rápido, mes de septiembre.

"El instituto de referencia es el Alcalde Bernabé Rodríguez, en el mercado, y ahí irá la mayoría", apunta Samuel, mientras los chicos, de entre 11 y 12 años, preparan la orla del próximo lunes, a partir de las siete y media de la tarde, el último acto oficial de este ejercicio lectivo. En paralelo posan para la foto de recuerdo con el birrete característico.

Samuel Neris resume: "En estos diez años ha habido muchos cambios y hemos trabajado por una nueva sociedad. Con especial incidencia en las nuevas metodologías o los idiomas. Sin olvidar la intrernacionalización que nos aportan los distintos proyectos Erasmus de intercambio".

Apunta que "el último día siempre es parecido. Alegre por el deber cumplido y algo triste por los que se van. Entre ellos, esta vez, me encuentro yo mismo también".

El pronto exdirector analiza: "Con la crisis hubo que ayudar a mucha gente. A través, por ejemplo, del desayuno escolar, una comida clave para muchas familias humildes del entorno".

También se han promovido otras figuras "sociales", entre ellas la acogida temprana o la permanencia. Neris aclara: "La relación con la AMPA todos estos años ha sido, simplemente, espectacular. Un contacto estrecho y fructífero. Nuestro eje son las familias".

Apenas un ejemplo para analizar lo que ocurrió ayer en los más de 1.100 centros educativos de la enseñanza no universitaria en Canarias. Y lo ocurrido con más de 66.500 alumnos de las islas.

Nuevos tiempos, metodología aplicada a ellos, referencia con el entorno más cercano... Y un último día del curso que no por repetido cada año deja de impactar de una u otra manera en toda la comunidad educativa implicada.

Llegó el verano y con la nueva estación una etapa de descanso en la educación -para aquellos que hayan aprobado todo, claro está-. Esto en el lado de los alumnos. Para los padres, o al menos buena parte de ellos, el estrés de una época en la cual no hay escuela y sí tiempo para disfrutar (o no, según las circunstancias de cada uno) de los críos en vacaciones.

Una reflexión final de Samuel Neris a modo de resumen: "La semana que viene vendremos los profesores a realizar alguna tarea que tenemos pendiente. Será extraño el ambiente sin los niños y, sobre todo, sin sus sonidos. Escúchelos ahora de fondo -advierte al visitante- e imagínese el silencio absoluto por estos pasillos. Aunque se repita cada año, la sensación es siempre impactante. Ellos dan la vida y llenan el centro. Un colegio sin sonidos es como unos pulmones sin aire".

Cambio de nombre

Durante años, la comunidad educativa del CEIP Isabel la Católica planteó un cambio de nombre para llamar al centro El Cabo, como ellos mismos se publicitan. Neris señala que "ya hay generaciones de padres que estudiaron aquí y han planteado mantener el nombre por tradición. Aunque siempre hemos estado muy vinculados a nuestro entorno y pensamos que podemos ser un referente tanto de la zona antigua como de la de expansión de la ciudad hacia Cabo-Llanos".

Medalla de Oro

En un lugar destacado luce "con orgullo" la Medalla de Oro de la Ciudad que concediera el Ayuntamiento de Santa Cruz. Neris resume: "Siempre hemos querido ser un centro abierto y a disposición del barrio y de su gente".