El suicido se ha tratado casi siempre como un tabú, incluso en los medios de comunicación se entendía que si no se publicaban estas muertes autoinfligidas, se evitaba lo que se podría denominarse el efecto llamada. Sin embargo, los suicidios son la primera causa de muerte no natural, por encima de los accidentes de tráfico, llegando casi al doble de las víctimas mortales en los siniestros en carretera. En Canarias, según los últimos datos disponibles, se registran 200 autólisis al año y por provincias se divide esa cifra justo a la mitad, un centenar en cada una de ellas, lo que significa que en el Archipiélago se produce un suicidio cada dos días.

Andoni Anseán, presidente de la Sociedad Española de Suicidología, de la Fundación Salud Mental España para la prevención de los trastornos mentales y el suicidio, señaló ayer que "la Organización Mundial de Salud (MS) no para de repetir que es un error ocultar en los medios de comunicación las muertes de este tipo, sin embargo, apunta a que en caso de informar sobre ellas habría que hacer un correcto abordaje del suicidio", afirmó el experto quien añadió que "si los medios de comunicación siguen las recomendaciones de la OMS podrían ayudar a salvar muchas vidas". Esto se consigue, prosiguió "no fijando el foco de la noticia en el hecho luctuoso, los detalles de cómo se produjo la muerte, sino aportando también recomendaciones porque en definitiva es un problema de salud pública que tenemos delante y debemos trabajar para evitarlos".

En este sentido, apuntó a que es importante destacar elementos significados de recuperación y proporcionar ayuda porque "los medios de comunicación pueden hacer también una labor de concienciación y sensibilización muy importante como lo han hecho en otros temas tan importantes como la violencia de género", destacó.

Anseán ha estado en Canarias estos últimos días donde ha impartido, invitado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Santa Cruz de Tenerife, un curso en el Hospital Universitario de Canarias (Tenerife) y el Hospital Doctor Negrín (Gran Canaria), para saber cómo detectar de forma precoz el riesgo suicida y ofrecer pautas de abordaje.

El también representante en España de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) aseguró que "hablando y preguntando a los pacientes es la mejor manera de detectar y prevenir un suicidio, pero algo que no se suele hacer ni en Atención Primaria ni por parte de los profesionales de la salud mental, porque no estamos lo suficientemente concienciados de la existencia de una ideación suicida y se nos pasa a la hora de hacer una evaluación" e incidió en que "es fundamental adquirir conciencia sobre ello".

Andoni Anseán apuntó también a que "evaluar factores de riesgo, protección, precipitantes y señales de alerta que nos puedan llevar a sospechar de la existencia de una ideación suicida, es vital para luego poder abordar la situación a nivel psicoterapéutico y psicofarmacológico", explicó.

"Todos podemos convertirnos en agentes de prevención. La población en general tiene que aprender también que el riesgo de la ideación suicida está presente en nuestra sociedad aunque no se sea consciente de ello y una de las medidas más eficaces para prevenirlo es hablar de ello con las personas que podamos sospechar que puedan estar en riesgo", concluyó.