Con tan solo 22 años, Joshua Aguilar (Guatemala, 1988) arrasó con su Diario Emprendedor, un libro que autopublicó primero en internet para convertirlo después en un best-seller internacional. Licenciado en Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, Aguilar no ha dejado desde entonces de imaginar negocios y al mismo tiempo que acababa la carrera fundaba en California Earth Tecnologies para el diseño y fabricación de productos electrónicos que ha revolucionado el mercado con un cargador para teléfonos móviles inalámbrico con el que espera convertirse pronto, a sus treinta años, en millonario aunque ese no sea su principal objetivo en la vida, asegura al presentar su última obra, El millonario de Silicon Valley (Marcombo), donde aconseja la búsqueda de mentores para orientarse sin descuidar nunca las relaciones con la familia y los amigos.

Dígame Joshua, ¿es ya usted, a sus 30 años, millonario?

No, pero estoy en ello. Con mi empresa Earth Tecnologies espero llegar este año a una facturación de siete cifras y convertirme en millonario aunque ese no es mi principal objetivo.

¿Cuál es entonces?

Ser feliz haciendo lo que me gusta. Antes me obsesionaba con ser millonario pero el dinero no compra la felicidad. Una vez cubiertas las necesidades básicas, tener más dinero no te hace más feliz.

Cuenta usted que Sophie White se hizo multimillonaria gracias a que un buen día que amenazaba tormenta se le ocurrió invitar a llevar en su coche a un anciano que caminaba con dificultad por una calle de San Francisco.

Y así fue. Ella ofreció a un anciano llevarle a su casa porque llovía. Cuando llegaron, la mujer de ese hombre la invitó a tomar un café y descubrió que a quien acababa de conocer por casualidad y por su predisposición a ayudar era un multimillonario, uno de los primeros inversores de Silicon Valley.

Cuando descubrió que aquel anciano era Larry MacMan, "el millonario de Silicon Valley", se encontró con el mentor que le abriría las puertas del éxito.

Le abrió las puertas a la sabiduría porque el éxito lo logró ella sola con su empresa. Sophie Withe solo le pidió consejos a MacMan y éste le ofreció las enseñanzas que tenía para aplicarlas tanto en el terreno personal como en el de los negocios. Es más importante ser millonario por dentro que en la empresa.

¿Hay mentores en España Como Larry MacMan?

Muchos. Si eres un emprendedor tienes acceso a multitud de instituciones gratuitas y puedes llegar con ingenio a quienes te pueden aconsejar no solo en los negocios sino también en el plano espiritual.

¿Qué aprendió usted de Sophie White?

Que hay que valorar la vida y la salud para restar importancia a los amantes falsos de la existencia, tales como la fama, la riqueza o el ego desorbitado.

¿Quién es su mentor, Joshua?

Tengo muchos porque me los busco con humildad y sin vergüenza a través de las redes sociales. Miguel Silva, co-fundador de Blue-Sens, es uno de ellos aunque nunca ha querido invertir en mi empresa.

¡Vaya! ¿Y cómo le ha ayudado?

Dedicándome mucho de su tiempo a escucharme y aconsejarme.

¿Qué grado de satisfacción tiene usted con su vida?

Vivir es el mejor regalo que uno puede recibir así que con eso me conformo. Todos tenemos talento y es nuestra responsabilidad y nuestra obligación explotarlo.

Consejos vendo que para mí no tengo. ¿Tiene también consejos útiles para usted mismo?

He aprendido a no quejarme nunca y a ser agradecido. Cuando me hablo a mi mismo nunca aludo a problemas sino a desafíos. Creo mucho en el poder del pensamiento positivo.

Es deliciosa la genialidad de aquel hombre de negocios que avaló con un Ferrari de 250.000 dólares un préstamo de 5.000 para dejar aparcado su coche durante dos semanas por los 18 euros que pagó de intereses. ¿Es un hecho real?

Es una historia de ficción que demuestra que hay que echar mano del ingenio y la creatividad para conseguir dinero.

¿Sólo hay que invertir en los negocios que conoces?

Desde luego. Cuando tienes unos ahorros tienes un tesoro y la inversión del dinero está muy vinculada a las emociones. Nunca se debe invertir desde la emoción porque los que nos invitan a apostar por sus proyectos nos pueden estar vendiendo humo.

¿Cómo se puede iniciar un negocio sin disponer de recursos?

Echando mano de la agudeza que todos tenemos. Cuando escribí mi primer libro lo autopubliqué en internet y gané dinero porque se descargaba en i-Tunes. A mis compañeros de universidad les pedí que lo tradujesen a varias lenguas a cambio de salir en los créditos.

Y el libro tuvo éxito.

Del éxito se aprende poco. El mayor éxito es dedicarse a lo que uno quiere sin morirse de hambre.

El 66 por ciento de los más ricos del mundo empezaron con pocos ahorros. ¿Cómo lo consiguieron?

El que no tiene nada tiene poco que perder pero mucha hambre por conseguirlo todo y así es como se han construido gran parte de las fortunas del mundo.

¿Con qué argucia convenció Larry MacMan al magnate Howard Hughes para que le comprara sus componentes para construir aviones perfectos en su competición con PAN AM?

MacMan era muy astuto y sedujo a Hughes utilizando hasta guantes cuando iba a hablar con él porque sabía que detestaba el contacto físico con las personas. Luego ensalzó los puntos que tenían en común y sobre todo, la pasión que sentían por la aviación. Negociar es un arte muy vinculado a la seducción.

¿Hay que llegar incluso a arriesgar la propia vida para ganarse la confianza de los clientes como hizo Bill Lear cuando uno de los aviones construidos por su empresa se estrelló como consecuencia de un fallo que tardó en descubrir?

Yo no lo recomendaría hasta ese extremo, pero, ¿cómo vas a vender una tortilla de papas si ni tú mismo la pruebas?

¿Qué papel tiene que jugar la familia en la vida del emprendedor?

Es importantísimo saber mantener relaciones sanas con la familia, la pareja y los amigos para ser feliz y alcanzar el éxito en los negocios. En las relaciones personales vale más la calidad que la cantidad y hay que tener en cuenta que el éxito siempre tiene un precio. Aconsejo a los emprendedores no desatender sus relaciones e incluso priorizarlas antes que el negocio.

¿Entienden nuestros empresarios que es más gratificante dar que recibir?

Deberían de entenderlo porque cuanto más das más te llevas. Es mayor la satisfacción de regalar que la de recibir. Dar no significa solo entregar dinero porque cuando te escuchan o aconsejan es también un regalo.

¿Qué entrega usted?

Tengo una fundación para dar libros a niños de escuelas muy pobres de Guatemala, mi país.

¿Qué nos falta en España para sumarnos con éxito a las nuevas tecnologías que están cambiando el mundo?

Habría que apostar más por la digitalización de la administración pública. Solo de esa forma España podrá impulsar su economía y favorecer nuevos tipos de negocios vinculados a la innovación.