El Hospital Quirónsalud Tenerife ha implantado por primera vez en Canarias un dispositivo que permite que la señal de dolor no llegue al cerebro, como tratamiento para los dolores crónicos. El hospital ha logrado implantar la plataforma de neuroestimulación Intellis con la que se pueden abordar determinados tipos de dolor que hasta ahora eran difíciles de controlar por medio de la colocación en la médula espinal de un estimulador. Como explicó el jefe de servicio de Anestesia y Unidad del Dolor de Quirónsalud Tenerife, Javier Santos Yglesias, esta tecnología supone una revolución en el tratamiento del dolor crónico, una patología que sufre uno de cada cinco adultos en Europa y que afecta de manera determinante a la calidad de vida de las personas.

Este sistema de neuroestimulación es el más pequeño del mundo y consiste en la implantación quirúrgica de unos electrodos en la médula espinal y de un generador que produce un impulso eléctrico que controla el propio paciente con un pequeño mando a distancia en función de su nivel de dolor y de su actividad física en cada momento. Estos estímulos provocan una sensación de hormigueo (parestesias), que los pacientes definen como "placentera" y que bloquea o sustituye la señal de dolor impidiendo que ésta llegue al cerebro.