Por separado destacan a nivel académico en su condición de estudiantes de ADE y Económicas. Juntos forman un grupo con enormes condiciones para la discusión dadas sus características personales, de procedencia y como alumnos. Roberto González, portuense (25 años); Raphael Puschner, del sur y alemán de origen (24); Majesh Chandiranani, con raíces hindúes (23), y Julio de la Rosa, el benjamín, residente en Güímar con procedencia peninsular. Constituyen el primer equipo de debate de la Universidad de La Laguna (ULL) en sus 227 años de historia. Buscan la consolidación como tal y para ello resulta fundamental el apoyo de la institución académica tinerfeña. Presentan el aval de su excelente papel en la prestigiosa XII Liga de Debate de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Desde el primer minuto de encuentro en la Facultad de Económicas se aprecia la complicidad que han logrado entre ellos y la fuerza que les da la diversidad.

Todo comenzó en la cafetería de la facultad. "Éramos tres, explica Roberto, otros dos alumnos de Derecho, que ya no están, y yo. Al poco tiempo se incorporó Raphael". Aficionados a debatir se preguntaban por qué una institución como la ULL carecía de una estructura seria en este ámbito.

La formación inicial la dio algún compañero con nociones y consistía en ejercicios teóricos respecto a cómo comportarse delante del público.

Roberto continúa: "Nos ayudaron profesores como David Padrón o Moisés García y se llegó a poner en marcha un pequeño torneo, pero sin ese apoyo institucional resulta muy complicado que estas iniciativas puedan tener la imprescindible continuidad".

Este año llegó el impulso de la invitación a la XII Liga de Debate de la Universidad de Las Palmas (ULPGC) que, "a pesar de tener solo tres décadas de historia ya cuenta con una gran tradición en este ámbito". Roberto explica que "un compañero no pudo participar, se lo comenté a Raphael y él trajo a Majesh y a Julio.

Todos coinciden en lo mucho que les aporta "discutir a la contra, frente a las ideas que tu defiendes. Ayuda mucho y te permite aprender".

Hay cuatro partes reglamentadas en el debate con cuatro figuras que ellos en particular desarrollan muy bien. Introductor (Julio); primer refutador (Raphael); segundo refutador (Roberto) y el conclusor (Majesh). En términos bélicos, sus papeles respectivos serían el de zapador, en cargado de la Infantería, la Artillería y el que firma el armisticio, o sea Majesh.

El papel del conclusor "es muy dinámico. Debe usar cada palabra o cada cita a favor de las tesis del equipo. Hacer pensar al público en nuestro puntos fuertes y argumentar los suyos. Sólo puede resumir pero nunca aportar nuevos datos". Por su parte "atacar y defender corresponde a los refutadores que reciben las preguntas del rival".

Apuntan que todo puede influir en el jurado: "La argumentación, por supuesto, pero también, otras cuestiones como el vestuario o la manera de colocarse".

Tras la experiencia vivida en Las Palmas "ahora lo vemos de otra manera. Incluso, Albert Rivera usó lo del sonido de silencio, un recurso que nosotros también utilizamos".

En la Liga de Debate de la universidad vecina "fuimos considerados los más naturales". Reconocen que "al principio no teníamos del todo claro los papeles pero nuestra diversidad nos ha ayudado y enriquece mucho a la hora de desarrollar la discusión".

Antes del viaje a Las Palmas, que costeó la ULL en cuanto a desplazamiento y estancia, realizaron algunos ensayos previos con los referéndums como temática. Pero el primer debate serio lo iban a vivir en tierras grancanarias.

En el Edificio de Ciencias Económicas y Empresariales del Campus de Tafira, en un escenario abierto al público, se desarrolló durante tres días del pasado mes de abril la XII Liga de Debate de la ULPGC. Participaron unos cincuenta estudiantes en doce equipos. Diez de la anfitriona, uno de la Fernando Pessoa y el de la ULL. El tema elegido, siempre para propiciar la respuesta positiva o negativa, fue: ¿Responden las universidades canarias al reto del siglo XXI?. El año anterior había sido la monarquía.

La Liga estuvo organizada por la Sociedad de Debate e impulsada por el Consejo Social de la ULPGC. Su principal objetivo, según la declaración de principios, "es fomentar entre los universitarios el diálogo y la confrontación de ideas en público, para facilitar el desarrollo de las habilidades personales de búsqueda de la información, análisis, expresión oral, aptitud de escucha, trabajo en equipo y rapidez en la réplica".

En este sentido, la ULPGC es la universidad pública española que más ediciones ha celebrado de la Liga de Debate Universitaria, basada en los modelos implantados en las mejores universidades del mundo. Su objetivo es potenciar entre los estudiantes el arte de la dialéctica, la oratoria y la argumentación, así como su pensamiento crítico, que se han constituido como pilares básicos y ejes transversales de la formación académica del estudiante.

Nuestros chicos de la ULL cumplieron con creces esos preceptos. Allí vivieron todas las posibilidades de los asuntos a debatir. A favor o en contra, previo sorteo como es habitual. En su caso el cronograma de los cuatro debates en los que participaron fue primero en contra; segundo y tercero, a favor, y cuarto, en contra.

En la primera fase, con dos grupos de seis equipos cada uno, reconocen que "no estuvimos muy bien, tal vez por los nervios del debut en un compromiso tan serio y porque el nivel era muy alto. Pero pasamos a cuartos de final".

Ahi dieron el auténtico pelotazo del torneo al eliminar a uno de los grandes favoritos al título. Recuerdan con indisimulado orgullo que "nos salió todo muy bien y dimos la sorpresa".

No pudieron confírmarla luego en semifinales pero quedaron "bastante satisfechos para ser la primera vez. Mejoramos desde el inicio hasta que terminó la Liga. Fueron tres días my intensos y una gran experiencia". El equipo Paideia se impuso en la final a Rétor, ambos de la ULPGC.

La petición de estos estudiantes, el equipo de la ULL, es que "contar con mayor apoyo institucional para poder consolidar la idea porque aquí hay nivel. Incluso con la meta en un futuro no muy lejano de hacer una liga entre islas. Pero lo principal es que la ULL, como ocurre con la ULPGC desde hace ya muchos años, empiece a creer en ello".