Los 37 trabajadores de un hotel de Segovia se enteraron entre llamadas, fogones y cambios de camas de que les había tocado el euromillón . Ni se lo esperaban. Apenas invirtieron en el boleto ganador los cinco euros que les sobraron de la compra de unas flores a una compañera cuyo padre había fallecido. El resultado: 240.000 euros de premio a repartir entre todos. Un hotel, con suerte.