El poder de atracción de la Tierra es casi más grande que la gravedad que genera. Desde que se fotografió nuestro planeta por primera vez, en octubre de 1947 a una altitud de 104 kilómetros, hasta la imagen más icónica de nuestra canica azul, quizás la fotografía más simbólica para el ser humano como especie y que fue tomada por el astronauta Bill Anders a bordo del Apolo 8, en 1968. Y como canarios, cuando desde el espacio se toma una imagen de nuestro Archipiélago, sentimos algo igual: "Allí abajo está mi casa", pensamos casi sin darnos cuenta.

La mayoría de esas imágenes están tomadas por algún transbordador o satélite propiedad de la Agencia Espacial Estadounidense -más conocida como NASA, por sus siglas en inglés-. De manera general, las fotografías del Archipiélago canario han llegado con cuentagotas, pero desde la década de los años ochenta del pasado siglo XX, los archivos fotográficos de las Islas que ha difundido se han multiplicado y desde ayer, la Nasa comparte un amplísimo catálogo fotográfico de diferentes zonas de la Tierra, entre ellas unas impresionantes capturas de nuestras islas paradisiacas desde el espacio exterior.