La investigación para la Esclerosis Múltiple en Canarias no avanza. Requiere de mayor cantidad de fondos públicos y no parece, por el momento, que esto vaya a ocurrir. La Asociación Tinerfeña de Esclerosis Múltiple (Atem) en su afán por lograr mejorar las condiciones de vida de los más de 1.500 canarios que padecen la enfermedad en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, trató de ayudar a una de estas investigaciones punteras que se realizan en el Archipiélago. Concretamente a la puesta en marcha en el seno del Hospital Universitario de Canarias (HUC) que está evaluando cómo la rehabilitación motora influye de forma diferente en los pacientes mediante Realidad Virtual (VR).

Atem logró recaudar 5.654 euros destinados a poder llevar a cabo en este contexto un estudio bioquímico para poder empezar a investigar. Con esto, la investigación liderada por Julio Plata, neurocirujano del centro hospitalario, ha podido al menos comenzar los trabajos con el 20% de los pacientes participantes. Actualmente no existen más fuentes de financiación que puedan sufragar los 21.254 euros que se requerían, con lo que, aunque dará algunas conclusiones, no se podrá realizar, de momento, íntegramente.

Para Atem, así como para el 42 asociaciones que integran la Asociación Española de Esclerosis Múltiple, la clave está en un mayor apoyo gubernamental a la investigación. "La investigación de nuevos tratamientos es una esperanza para poder encontrar la curación definitiva de esta enfermedad", versa el manifiesto que ayer leyeron distintos miembros de Atem en la plaza del Cabildo de Tenerife por el Día Mundial de la patología, que se celebra hoy. Ángeles González, presidenta de Atem, este paso sería además beneficioso porque permitiría "ahorraríamos mucho dinero en tratamientos", además de evitar el sufrimiento a las personas que padecen esta enfermedad.

Los afectados por la esclerosis múltiple piden, además, de manera prioritaria que se les reconozca la discapacidad del 33% desde que son diagnosticados y que las empresas adapten el 2% de los puestos de trabajo a sus necesidades. "Y que las controlen, porque nos han llegado reclamaciones de pacientes a los que lo tratan como uno más y tenemos limitaciones que hay que respetar", afirmó González. En este sentido, hizo alusión a los síntomas invisibles que también caracterizan la patología degenerativa. "No es solo el desorden motor, también puede provocar visión doble o borrosa, problemas de audición o de la parte cognitiva", insistió.

También los pacientes abogan por tratamientos más personalizados, pues cada persona reacciona de manera diferente cuando tiene un "brote" de su enfermedad. "No nos sirve la misma rehabilitación que un ictus, que es una enfermedad que se recupera", explicó González. Justamente en Atem se ofrece un servicio personalizado de fisioterapia que actualmente acoge a 25 pacientes y que cuenta con sesiones de 45 minutos cada una. Esta personalización también tendría que verse reflejada en el tratamiento farmacológico junto a una gratuidad del mismo.