N o había llegado a la Universidad y ya Adrián Martín (Breña Alta, 1998) trasteaba con los arduinos que le regalaba su padre, ingeniero que trabaja en la empresa encargada del mantenimiento de uno de los telescopios del Instituto de Astrofísica de Canarias en el observatorio del Roque de los Muchachos. Para Adrián, trastear con ordenadores era tan familiar como quien hace pasatiempos.

A su llegada a la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de la Universidad de La Laguna, planteó al centro la posibilidad de participar en Fórmula Student, una competición internacional en la que hasta ahora no se había sumado el primer centro investigador de Canarias. Para ello, con su equipo de Fórmula E planteó el desarrollo de un monoplaza. Entre las posibilidades de desarrollar un vehículo eléctrico, de combustión o eléctrico con conducción sola, se decantó por la primera opción.

La iniciativa de Adrián encontró el respaldo de la Escuela de Ingeniería y fue el embrión de la posterior configuración de un equipo multidisciplinar en el que, junto a estudiantes de Ingeniería, también participan alumnos de Diseño, Economía, Física y hasta Periodismo. "Un día estaba en casa y pensé: ¿por qué la Universidad de La Laguna no se suma a este proyecto?". Y así comenzó a tomar cuerpo este proyecto que aspira a competir en agosto de 2020 en Barcelona, junto a un centenar de equipos llegados de otras universidades españolas, e incluso de otros centros internacionales.

En abril de 2017, Adrián hizo partícipe de su objetivo al director de la Escuela, y encontró el apoyo institucional, tanto de una decena de profesores como de la propia institución, que le ha facilitado el espacio y los medios que tiene a su alcance.

Una de las claves era la consolidación del equipo, que arrancó con un grupo de sesenta alumnos hasta consolidarse las 32 personas que han trabajado en los dos años en el desarrollo de este monoplaza eléctrico. Explica que se descartó la opción de un vehículo de combustión para adaptarse al futuro, que pasa por los puntos de carga eléctrica.

Junto a un grupo de alumnos de primero de las ingenierías de Electrónica, Industrial y Automoción, Adrián destaca la implicación fundamental de José Macía, dado que el promotor acababa de llegar a la Escuela Superior y no tenía los conocimientos para dirigir este proyecto. Piezas fundamentales en el desarrollo del Fórmula Student de la Universidad de La Laguna han sido Romén Hernández (Los Realejos, 1998), que se ha encargado de la coordinación de Electrónica, y Carlos Fariña (Puerto de la Cruz, 1998), que asume la coordinación de Mecánica, en la que el profesor Carmelo Militello también contribuye en la relación del equipo de estudiantes universitarios con los profesores de la ULL para dar respuesta a los diferentes retos.

Adrián, junto a Romén y Carlos, explican que el diseño del monoplaza eléctrico ya se ha culminado y el equipo ha trabajado en el desarrollo técnico en los simuladores informáticos. Llega ahora el momento de la verdad: la construcción del prototipo. Este verano, la mitad del equipo de Fórmula Student de la Universidad de La Laguna viajará a Barcelona para participar como voluntarios con el objetivo de aprender e intentar evitar los errores del primerizo, pues tienen previsto competir en el verano del próximo año. Mientras, se hace preciso la colaboración de administraciones, empresas... que faciliten la construcción del monoplaza, para lo que facilitan su e-mail: fstudent@ull.edu.es. "En el diseño hay mucho espacio reservado para los patrocinadores", comentan de forma jovial y optimismo.

Los tres estudiantes admiten que se adentran en la excelencia que se demanda en la ingeniería, desde el diseño, la construcción, el desarrollo y la competencia del monoplaza que culminará en Barcelona 2020, cuando se aproximarán a una situación real: la propia competición, en la que una empresa de competición contrata a los ingenieros del equipo para desarrollar un prototipo cuyos compradores serían corredores amateur.

En la actualidad, el equipo ya ha sorteado las pruebas estáticas, tales como la presentación de las características e innovaciones de su propuesta, los costes y el plan de negocio. ¿Qué distingue el Fórmula Student de la ULL? Adrián pone en valor el estudio y desarrollo del chasis, que apuesta por una mejor seguridad, así como el sistema de enfriamiento de batería y resolver las vibraciones, o cómo evitar que los 50 o 60 grados que puede alcanzar en el pavimento no acaben por convertirse en una rémora que lastre la idea.

Más allá del resultado de la competición que está por llevar, el profesor Carmelo Militello se muestra satisfecho por la implicación de los alumnos y porque se han aproximado a los desafíos tecnológicos actuales, desarrollando la tecnología eléctrica y aprovechando trabajos que se han desarrollado ya en grados o máster.

Chasis tubular de acero, carrocería de fibra de vidrio, neumáticos de 13 pulgadas, sistemas de suspensión, refrigeración o frenado, dirección de cremallera... se han sometido al simulador informático, pero falta la prueba de fuego: desembarcar en la realidad. El equipo de Fórmula Student se ha volcado durante dos años a dar respuesta a lo que la sociedad demanda de los ingenieros, con el deseo de que los estudiantes de hoy lideren la innovación del mañana.