La Policía Nacional celebró ayer el acto de reconocimiento a los trabajadores de las empresas de seguridad privada, por su colaboración y ayuda a los miembros de los cuerpos de seguridad.

En el evento, que se desarrolló en el salón de actos de la Comisaría Provincial de Santa Cruz de Tenerife, en la calle Robayna, fueron distinguidos dos directores y otros tantos jefes de seguridad.

También se puso en valor la actividad de 17 vigilantes y dos guardas rurales.

La actividad fue impulsada por el Grupo de Seguridad Privada de la Policía Nacional y la entrega de distinciones estuvo presidida por el subdelegado del Gobierno en la provincia, Javier Plata, y el comisario provincial, Ignacio Badenas Gil de Reboleño.

Uno de los profesionales distinguidos es Leandro González Reyes, que trabaja para la mercantil Securitas y desarrolla su labor en el Hospital Universitario de Canarias (HUC).

Leandro señala que este diploma es fruto de la colaboración con la Unidad de Servicio de Paisano (USP) de la Policía Local de La Laguna para arrestar a un individuo al que le constaba una orden de búsqueda y detención por varios delitos. La información ofrecida por González Reyes resultó clave.

Este empleado, de 49 años de edad, lleva 24 trabajando como vigilante, es decir, literalmente, media vida.

La de ayer fue su cuarta distinción por acciones que van más allá del deber. Una de ellas la obtuvo cuando se dirigía a trabajar al sur de Tenerife con otros tres compañeros. En la autopista se registró un accidente de tráfico y la actuación de los vigilantes resultó clave para salvar la vida a una mujer, hasta que llegó el personal sanitario de una ambulancia. La víctima hizo un escrito de agradecimiento que se tuvo en cuenta para valorar a los tres vigilantes. En otra ocasión, contribuyó al esclarecimiento de un homicidio cometido en La Laguna. Hasta Urgencias del Hospital Universitario de Canarias llegó un hombre que había sido apuñalado y contó a Leandro quién había sido el autor del mismo y dónde ocurrió. El trabajador trasladó la información a la Policía Nacional y así se esclareció la muerte violenta.

Otra de las personas distinguidas fue Rayco Pérez Cruz, de 32 años. Su intervención fue clave para capturar a un delincuente con diversos antecedentes. Un hombre salió de un conocido supermercado con una maleta llena de botellas de alcohol, pero sin pagarlas. Una vigilante no pudo frenarlo, pero Rayco lo persiguió y consiguió reducirlo a pesar de su corpulencia.

En otras ocasiones, ha retenido a delincuentes que se han escapado de policías. En unas siete ocasiones ha hecho frente a menores o adultos con armas blancas. Hasta ahora, siempre ha podido salir airoso de esas situaciones.

Un tercer profesional reconocido ayer es Francisco Javier Jorge Mederos, que ha ayudado a miembros de los cuerpos de seguridad a localizar a personas buscadas por cometer robos.

También ayudó a un varón que sufrió un infarto. Jorge Mederos lleva dos décadas como vigilante.

Además, en la Comisaría Provincial de Santa Cruz de Tenerife fueron reconocidos dos guardas rurales con las condecoraciones de la clase B, Víctor Fumero y José Sambola, "por sus méritos en el ejercicio de sus funciones más allá del deber en actuaciones de socorro, emergencias y cumplimiento del deber".

En el caso de Víctor Fumero, esta fue la tercera vez que recibe una distinción de estas características. Los anteriores reconocimientos se los entregaron en 2010 y en 2014.

Los guardas rurales son vigilantes de seguridad privada, pero en el campo para evitar cualquier tipo de delito, como, por ejemplo, los cometidos en la actividad cinegética.