No es la primera vez que el Ministerio de Sanidad plantea poder restringir el consumo de tabaco en el interior de los vehículos. Pero nunca se ha podido establecer una forma adecuada de regularlo. La Dirección General de Tráfico (DGT) recordó en el año 2018 que existen sanciones para aquellos conductores que distraigan su concentración en la carretera al consumir tabaco. Sin embargo, no establece ningún tipo de multa específica por fumar en el interior del vehículo.

El Ministerio planteó en el último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud una ampliación de la Ley 28/2005 que regula los espacios sin humo. En este sentido, valora no solo restringir que los fumadores puedan encender su cigarrillo dentro del coche, sino que tampoco puedan hacerlo en centros deportivos y de ocio al aire libre.

La mayoría de expertos coinciden en que poner en marcha esta ampliación de la ley sería muy difícil, especialmente a la hora de controlarlo. Así se postula Antonio Torres, jefe de la Unidad de Tabaquismo de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias. Torres, afirma que nadie duda de que "fumar en un habitación tan pequeña siempre perjudica a los demás", pero "si se implanta será difícil de hacerla cumplir".

En este sentido también se postuló Mario Arnaldo presidente de Automovilistas Europeos Asociados, que añadió que la medida parece tener "afán sancionador". Arnaldo duda, además, de la eficacia de la medida y afirmó que los conductores "no están de acuerdo con que se prohíba", aunque sí con el fondo, el de limitar el consumo de tabaco.

Unos 410.114 canarios consumen tabaco a diario (22%), 37.611 lo hacen de manera ocasional y 371.164 lo han hecho alguna vez en el pasado y ya lo han dejado. El tabaquismo continúa siendo la principal causa de morbimortalidad de nuestro país, donde casi 52.000 muertes son atribuibles a ella. De todo lo que engloba el consumo de tabaco, lo peor no es el fumador, sino la mayoría de la población no consumidora que sufre la exposición al humo ambiental.

El humo del cigarrillo sigue asociándose a una importante carga de morbilidad y mortalidad, y en este sentido, los menores y las embarazadas constituyen los grupos con mayor riesgo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 30% de las muertes por tabaquismo pasivo del mundo se da en niños.

Por esta razón, los expertos consideran que la extensión de la ley antitabaco a los vehículos particulares debería estar dirigida a evitar que se fumara cuando hay menores dentro del vehículo, como han hecho otros países. Francia, Reino Unido, Australia, Chipre, Sudáfrica y algunos estados de Estados Unidos, así como Canadá han llevado a cabo esta prohibición con la que, según la Encuesta de la Semana Sin Humo del 2018 elaborada por la Sociedad Española de medicina de familia y comunitaria (semFYC) estaría de acuerdo el 60% de la población española.

La encuesta realizada por la semFYC también revela que un 3,8% de la población sigue considerándose expuesta al humo ambiental de tabaco en el coche. Esta percepción también ocurre en casa (13,4%), en el trabajo (5,2%), en bares y restaurantes (11,2%) y en terrazas (45,8%).

Torres admite que limitar el consumo de tabaco "ha sido tremendamente positivo" para la ciudadanía. No en vano desde la puesta en marcha de la Ley Antitabaco en el año 2005, la nicotina en adultos se ha reducido considerablemente. No obstante, puntualiza que prohibir sin poder controlarlo puede ser contraproducente. "Hacer normas que no se pueden cumplir es mucho más perjudicial", alega.

El tabaco en el coche no solo es perjudicial para la salud

Aunque el Ministerio de Sanidad quiere hacer hincapié en la necesidad de reducir el consumo de tabaco por sus repercusiones en la salud de las personas, las implicaciones de fumar en el coche van más allá. Y es que las colillas también son un contaminante ambiental y provocan una gran parte de los incendios forestales.

"El filtro de los cigarrillos son los que más nicotina y alquitrán contienen", advirtió el especialista en tabaquismo de la Dirección General de Salud Púbica, Antonio Torres, quien hizo hincapié en lo perjudicial que puede ser para el medio.

Por otra parte, y según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, el 3% de los incendios lo originaron los cigarrillos abandonados o arrojados desde vehículos en marcha.

Otra de las consecuencias negativas de encenderse un cigarro en medio de la conducción tiene que ver con la distracción que genera. Prender un cigarrillo conlleva 4,1 segundos, lo que implica que, "circulando a 100 kilómetros por hora, se recorran 113 metros sin atención plena en la carretera", explica la Dirección General de Tráfico (DGT).

Fumárselo requiere de otros tres o cuatro minutos. Periodo en el que el conductor mantiene la marcha con una sola mano. "Seis kilómetros con una sola mano bien colocada al volante, lo que en situaciones normales ya peligro de por sí", como consideró José Luis Díaz, coordinador del grupo de trabajo del tabaquismo de la Sociedad española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).