La Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado recientemente en las islas un nuevo método de control de velocidad que promete ser prácticamente imperceptible para los conductores. Se trata de un pequeño dispositivo con muchas más opciones para su integración en la carretera y que permite evitar lo que se conoce como "efecto frenada".

Y es que la DGT se ha percatado de que los radares móviles y fijos llaman la atención de los ciudadanos por sus grandes dimensiones, provocando que frenen en el momento que vayan a pasar por su lado para evitar la multa asociada. Un problema que puede derivar en colisiones múltiples si los conductores que siguen al primero que frena no son lo suficientemente ágiles en su respuesta.

Se les conoce popularmente como minirradares, aunque estos cinemómetros también han adquirido el nombre de su marca: Velolaser. Su diseño y fabricación lo realiza la empresa española Invia Sistemas, que afirma que "es la mejor solución para reducir la siniestralidad en cualquier tipo de vía urbana".

La jefatura provincial de Santa Cruz de Tenerife afirmó que la isla ya cuenta con uno de estos dispositivos. Asimismo, afirmó que el número de los que se pueda disponer "variará según su disponibilidad y necesidades del servicio". Estos dispositivos "complementan a los estáticos, de tramo y radares móviles de los que se dispone en la actualidad", según explicó la jefatura provincial de tráfico de Santa Cruz de Tenerife.

Técnicamente, su funcionamiento no difiere demasiado del resto de dispositivos que se han estado utilizando hasta el momento; sin embargo, cuenta con algunas características que los hacen especialmente útiles en el control de velocidad. Las bondades de estos minirradares van desde su tamaño compacto, con el que se permite un fácil transporte (incluso en vehículo tipo motocicleta) hasta su instalación rápida y sencilla, mediante soporte metálico, imanes o un pequeño trípode. Asimismo, su tecnología inalámbrica permite a la Guardia Civil utilizarlos en remoto y es adaptable a todo tipo de situaciones.

Este dispositivo permite un control de velocidad mayor a otros, y que llega a los 250 kilómetros por hora. Además, tiene la capacidad de evaluar a los conductores que circulan por dos carriles y en ambos sentidos de circulación. Los minirradares distinguen en tiempo real qué vehículos son ligeros y cuáles pesados, y se ha perfeccionado para que también pueda calcular la distancia de seguridad entre vehículos.

La Guardia Civil tiene así la potestad de colocar un veloláser prácticamente en cualquier lugar, ya sea una maleta, un raíl o un poste. Aunque los dispositivos están funcionando desde hace un tiempo en toda España, su integración en Canarias es bastante reciente.

Para el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, este tipo de medidas no hacen más que generar "psicosis" entre la población. "En lugar de la prevención, se basan en la política del miedo", argumenta, y recuerda que superar los límites de velocidad es la cuarta o quinta causa de accidentes automovilísticos.

"Si ese límite no está justificado, el conductor no lo va a respetar", alega Arnaldo. El presidente de la asociación por esta razón aboga primero por instaurar límites de velocidad que sean creíbles. Arnaldo considera que los datos de crecimiento de denuncias, de los que a veces la DGT se congratula, deberían llamar la atención sobre si lo que quiere Tráfico es "prevenir siniestros o cazar más conductores".

El pequeño tamaño de estos dispositivos ha generado quebraderos de cabeza en los conductores. Ante esta situación, la aplicación Socialdrive, que emite alertas para los conductores sobre controles o radares, ha confeccionado un mapa con la ubicación de hasta 178 veloláseres en toda España. El mapa sitúa dos de estos dispositivos en Canarias. Uno en la isla de Tenerife sentido Santa Cruz altura polígono de Güímar, antes de la entrada en la TF-1, y otro en Gran Canaria en la GC-1 a la altura del municipio de Vecindario.

las cifras

20,4 millones de vehículos pasaron por un control de velocidad durante el año 2017. 982.563 coches fueron multados.

4.902 accidentes con víctimas se produjeron por llevar una velocidad inadecuada. Es la tercera causa de siniestros con este tipo de víctimas.

37% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico se produjeron debido a que el conductor estaba distraído. También es la primera causa en los accidentes más leves.

66% del total de denuncias de la DGT en 2017, que fue de 4.383.550, estaban vinculadas a la velocidad. Estas denuncias fueron realizadas por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y por radares fijos, de tramo y helicópteros.