Este próximo fin de semana volverá el calor a Canarias y, a tenor de las estimaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los termómetros podrían llegar a marcar cinco grados más de lo que se ha estado registrando hasta el momento en Tenerife.

Porque desde el viernes y hasta el domingo entrará en Canarias "una masa de aire cálido que proviene del continente africano y que irá acompañada de polvo sahariano", como explicó Victor Quintero, director territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Se iniciará así un aumento de las temperaturas que conllevará que las Islas, especialmente las de la provincia oriental, soporten temperaturas de entre 30 y 35 grados centígrados. El calor afectará especialmente a Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, donde las temperaturas máximas, que estos días han rondado los 22 y 26 grados, podrán llegar hasta los 35.

La Aemet estima que el calor podría venir acompañado de calima durante el viernes, aunque los modelos predictivos, como el Skiron de la Universidad de Atenas, sitúan al polvo en suspensión fuera del radio del Archipiélago para el sábado y el domingo. Otros modelos, como el Barcelona Dust Forecast Center, adscrito a la Aemet, sitúan para el viernes 10 de abril una nube de polvo en suspensión que no llega a superar los 40 microgramos por metro cúbico, por lo que no debería ser considerado como calima.

Según la física experta en este tipo de fenómenos, Silvia Alonso, "no se descarta calima en zonas altas", pero los modelos predictivos no parecen indicar un aumento de la concentración de polvo en la superficie. En todo caso, la incidencia de la calima tendrá "poca importancia", pues como destacan los diferentes modelos predictivos, la concentración de polvo sahariano estará lejos de los 50 microgramos por metro cúbico, que es la cantidad mínima para considerarlo calima como tal.

La jornada del domingo tiene todos los visos de convertirse en el episodio más caruloso de esta entrada de aire caliente a las Islas, que tendrá aproximadamente una duración de entre tres y cuatro días. La Aemet estima que a partir del lunes las temperaturas vuelvan a disminuir progresivamente.

El representante territorial de la Aemet, no obstante, insistió en que esto no quiere decir que lo que va a llegar a Canarias se pueda considerar como "ola de calor" y advirtió de que esta denominación no puede concretarse hasta que no se acerque el momento temporal en el que ocurrirá este fenómeno.

Actualmente, la meteorología en las Islas y en la Península está marcada por el paso de borrascas al norte de la Península que está provocando un marcado flujo, húmedo y fresco procedente del Atlántico. Esta situación se verá truncada a partir del viernes, cuando la Aemet ha estimado que regresen las altas presiones y se inicie este ascenso de las temperaturas en prácticamente todo el país.

"Es probable que en Canarias, a partir del lunes 13 o martes 14, y en el área peninsular, a partir del miércoles 15, cese la entrada de aire cálido y sea sustituida por un aire más fresco del Atlántico produciendo un refrescamiento de las temperaturas y, por consiguiente, un regreso a los valores térmicos normales", como estimó la Aemet en un comunicado de prensa.

La introducción de polvo sahariano es usual especialmente al final de la primavera y durante el verano. Por lo tanto, el episodio por el que va a pasar el Archipiélago este fin de semana es "habitual", como confirmó Quintero. No obstante, Silvia Alonso discrepó y concluyó que "no es época para calimas".

Esta previsión de temperaturas recuerda al mayo de hace 4 años (2015), un mes que fue "extremadamente cálido" en el que se registraron temperaturas máximas de 42,6 grados en el aeropuerto de Lanzarote.

Un abril inusualmente lluvioso en las Islas

Este abril fue húmedo y hasta muy húmedo en varias zonas de Canarias con respecto a lo habitual, llegando a ser "extremadamente húmedo" en algunos puntos de La Gomera, a consecuencia de episodios que dejaron un nivel de lluvias inusual para ese mes. Abril, además, registró una nubosidad un 20% superior a lo esperable para el cuarto mes del año de acuerdo a los datos computados en el periodo 1991-2015, tomado como referencia, según el último avance climatológico, de la Aemet. Al comportamiento pluviométrico poco habitual anotado, en conjunto, en abril, contribuyó especialmente un episodio de precipitaciones generales que se dio en los cuatros primeros días del mes, "el más largo de estas característica en los últimos once años en un mes de abril". La Aemet apuntó que otra anomalía se ha dado en cuanto a presencia de polvo en suspensión en el aire, puesto que, "si en un mes de abril se espera un día de calima, en este de 2019 no se ha producido ninguna intrusión relevante". Y todo ello en el contexto de un mes de abril cuyo comportamiento térmico "tuvo un claro sesgo hacia el lado frío", computando temperaturas inferiores a lo esperado en este periodo en más de un grado en zonas del norte de las islas de mayor relieve.