Aguilar, Caballero y Rojas. En riguroso orden alfabético de sus apellidos. Así fueron presentadas por el moderador, Zenaido Hernández, periodista y vicepresidente de Alumni ULL. O sea, Gloria, Pino y Rosi, las tres catedráticas que se presentan a las elecciones al Rectorado de la institución académica del próximo lunes día 13 -en primera vuelta; habrá segunda el 28 si ninguna obtiene el 50% de los votos-. Protagonizaron en el salón de actos de la Facultad de Periodismo, ante un centenar de espectadores, el único debate público previsto entre las tres, organizado por el colectivo de ex alumnos de la Universidad de La Laguna. Retransmitido en directo a través de internet por Canal ULL Youtube.

Exquisita puntualidad inglesa -o mejor de El Monturrio, el barrio de Zenaido- a la hora de iniciar un debate que se repite por segunda vez en la historia. La primera fue en 2015 con ocasión de las anteriores elecciones a rector que ganó Antonio Martinón. Por cierto, ni una sola alusión ni a este, ni a su equipo ni a su gestión en estos cuatro años. Como si no hubiera existido.

No hubo, en líneas generales, grandes diferencias programáticas entre los tres discursos. Tal vez el modelo del debate lo propiciaba pero parecieron moverse en los límites de lo políticamente correcto. Sin discursos incendiarios y repitiendo conceptos para desgranar su idea de universidad para los próximos cuatro años: necesidad de renovar una plantilla de profesores envejecida; mejorar la transferencia de conocimientos; la transformación digital; reactivar el claustro; adaptar la institución a nuevos y exigentes modelos; acabar con la precariedad de los investigadores; una RPT consensuada con los trabajadores del PAS; sentido social de becas y residencias; la apertura a la sociedad canaria y viceversa, ese feedback de los finos; el camino para propiciar y defender a la igualdad o la sostenibilidad...

Otros dos conceptos en los que coincidieron: la independencia frente a poderes económicos o políticos y la defensa de la universidad pública. En este último aspecto una promesa: negociar una financiación adecuada- o sea, mayor- con el Gobierno de Canarias que salga de las urnas el próximo 26 de mayo. Y en relación directa con esto "la exigencia de apoyar a las universidades públicas y no a las privadas".

Las tres coincidieron asimismo, con matices, en sus posiciones respecto a los cuatro grandes bloques de discusión: Profesorado, tanto en su faceta docente como investigadora; Alumnado y titulaciones; PAS y gestión: y Responsabilidad y proyección social de la ULL. Como en otras ocasiones, Pino Caballero aludió (una sola vez al principio) a "una campaña limpia y sin bulos". Entre otras dejó frases como esta: "Defenderé la autonomía universitaria y no permitiré ninguna injerencia económica o política en su gestión".

Por su parte, Gloria Rojas planteó "un plan estratégico de Recursos Humanos" así como la desburocratización general de la ULL". Asimismo apeló a una institución académica que "responda y sea una referencia en talento y contribución social".

En cuanto a Rosi Aguilar planteó tres grandes ejes en su programa: "Los alumnos en el centro de todo; una gestión eficiente y moderna y valorar y apoyar tanto al Profesorado Docente e Investigador como al Personal de Administración y Servicios".

Las tres estuvieron de acuerdo en desarrollar órganos del estudiante como el Consejo y el Defensor además de en las dobles titulaciones, las online o bilingües, un camino por el que "hay que transitar". Con el PAS, también un guiño general "para poner en valor su trabajo" y "consensuar una RPT".

Las tres aprovecharon su minuto de oro para por primera vez en la hora y media pedir el voto a la comunidad universitaria.

Rosi abrió este último turno de palabra para resumir su idea de "universidad solvente y rebelde. Con una labor eficiente del PDI y el PAS. No nos podemos conformar con lo que ya tenemos sino cambiar lo que no esté bien y avanzar. Encabezo una candidatura inspirada en valores y en la relación con la sociedad canaria".

La segunda en concluir fue Gloria: "Propongo un amplio programa de actuaciones con un equipo que combina experiencia y juventud. La inversión tiene que crecer y para eso hay que convencer a los gobernantes. Considero inaceptable cualquier injerencia en el proceso electoral. Defender la ULL y consolidar la apertura y la colaboración con la sociedad".

Y cerró Pino: "Diálogo y eficiencia. Tenemos experiencia para que la ULL de un salto cualitativo. Estoy siendo muy feliz en este proceso. Es un honor luchar por una ULL mejor".

Alumni publicará ahora en su pagina web las 135 preguntas que la comunidad universitaria ha hecho a las tres candidatas. Luego le dará un dossier a cada una.

Una forma más de conocer el pulso de la comunidad que en estos días de recta final de la campaña deberá decidir entre tres mujeres para elegir la rectora que continúe el camino que abrió hace casi tres décadas Marisa Tejedor (1990-1995). El debate de ayer puede resumirse en tres voces de mujer con un único grito (no demasiado estridente, la verdad) por una nueva ULL.

Debatir durante más de dos horas no es bueno para la salud. Zenaido marcó los tiempos y las protagonistas lo siguieron de forma exquisita con intervenciones de uno o dos minutos. Una hora y media justa, después del inicio puntual a las siete de la tarde. Exposición inicial de un minuto -grandes líneas-; cuatro bloques -con preguntas externas- y alegato final, con otro minuto de tiempo -en el que ya pidieron el voto-. En cada parte hubo sorteo para definir los turnos de intervención. También para colocarse bajo una gran pantalla en la que figuraba el hastag DebaterectoralULL2019. Desde la posición del auditorio, donde estaban los equipos de cada candidata, Gloria Rojas, a la izquierda; Pino Caballero, en el centro, y Rosi Aguilar, a la derecha. Pura geografía y suerte. Todo se pactó, con incidencia en los tiempos. El moderador en su papel, aunque sin querer y en un lapsus casi se come un turno de Pino Caballero. Rápidamente volvió a su posición, neutra y neutral, como debe ser. Habló lo justo. Como las candidatas, sin estridencias. Empezaron con falta de tiempo y terminó sobrándoles. También hubo sorteo del turno de palabra de modo que siempre empezó y terminó alguna. La primera fue Gloria y la última Pino. En cada bloque, Alumni había seleccionado dos preguntas (8 en total) de las 135 que recibió en su página web hasta el pasado domingo. Dentro del tono educado y sin tensión sólo un momento de controversia. Cuando Pino Caballero obvió dar el nombre de la mujer que será su gerente, lo que le echó en cara Gloria Rojas. Caballero salió al quite con una frase: Voy a dar una pista. Una persona que ha trabajado con ella me dijo que era el mejor jefe que había tenido. Luego todo siguió en tono pausado, bajo en intensidad de voces y con buen rollito. Las tres, unas más que otras, valoraron su propia trayectoria docente e investigadora, así como la experiencia en gestión. Todas recordaron que han recorrido o lo harán la ULL. Caballero y, en menor medida, Rojas, nombraron a los miembros de sus equipos por áreas. Aguilar sentenció: "Quiero que mi equipo sea toda la comunidad universitaria".